Los ojos y el corazón de Miguel Ángel Tobías, director y productor de Acca Media Productions, se estremecen a la vista de las tragedias naturales y las injusticias. De ahí su empeño por difundir y hacer visible el sufrimiento de los pueblos, como también ese impulso irrefrenable que lo lleva a alzar la voz en defensa de los Derechos Humanos.

De este compromiso consigo mismo y hacia los demás nace el documental "Gurba: la condena", una cinta que a lo largo de 70 minutos aborda la situación de deshumanización y la tragedia diaria que padece el pueblo saharaui, un escenario que después de 40 años sigue resultando un "asunto espinoso" para algunos.

Así lo trasladan Paqui Candil, delegada de la organización; Alberto Negrín, por parte de la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui, y Raúl del Molino, representante de la productora, quienes llaman a la sociedad tinerfeña a mostrar su solidaridad con un "pueblo que sufre".

En este sentido recuerdan los dos pases de este documental en la Isla, previstos para el martes, 26 de mayo, en el cine Víctor de la capital tinerfeña, y un día después, el miércoles 27, en el Auditorio Centro Cultural de Adeje.

Los impulsores de esta iniciativa señalan que los fondos recaudados a través de los donativos de 7 euros de quienes asistan a la proyección, el 60% se destinará al proyecto "Vacaciones en Paz" y el 40% restante para el Centro Martir El Shérif, el único recurso para las víctimas de las explosiones de las minas antipersona que amenazan a los refugiados saharauis.

Las entradas se pueden adquirir en las taquillas de las salas de exhibición, así como a través de Tomaticket, en Vinchy Clinics y en la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui.

Los protagonistas del documento son los propios saharauis. Siya, Dumaha, Mata o Aziz son algunos refugiados saharauis de los campamentos de Tindouf (Argelia) que nos muestran, con su día a día, la dureza extrema de un exilio.

A través de ellos, de su testimonio humano, descubrimos la realidad de las minas y los mutilados por su causa, la desnutrición infantil o las enfermedades mentales que acosan al pueblo saharaui.

Pero este documental también se atreve a mostrar con imágenes de gran valor, rodadas con videocámara por un colaborador saharaui en la ciudad de El Aaiún, dentro de los territorios ocupados por Marruecos y en una zona donde periodistas y cámaras tienen vetado el acceso, la amenaza que representan la práctica de la tortura, las persecuciones y las cárceles marroquíes donde se vulneran los derechos humanos más básicos.

Y resulta sorprendente, explica Alberto Negrín, cómo la misión de la ONU en la zona (Minurso) sea "la única que no puede velar por los Derechos Humanos".

"Gurba, la condena" es un documental que permite, incluso a quienes desconozcan el tema, entenderlo perfectamente.

Vea en su móvil el trailer del documental "Gurba: la condena", dirigido por Miguel Ángel Tobías

Apenas 11 litros de agua

En condiciones óptimas, cualquier ser humano dispone de alrededor de unos 150 litros de agua por día para cubrir sus necesidades. De acuerdo con Naciones Unidas, en situaciones de crisis una persona debería contar, al menos, con unos 20 litros diarios. En contraposición con estos parámetros, en la República Árabe Saharaui Democrática, donde las temperaturas rondan los 50 grados centígrados, hace 40 años que 200 mil personas sobreviven con apenas 11 litros de agua por día.

Las minas antipersona

A esta situación de evidente precariedad que se padece en los campos de refugiados de Tindouf (Argelia) debe tenerse en cuenta que lo que alguna vez fue su territorio, invadido por Marruecos con la anuencia de EEUU y Francia, está dividido por un muro de 20 metros de ancho y cinco de alto, sembrado con más de nueve millones de minas antipersona. De ellas, un millón han sido desactivadas por una ONG y el resto han explotado, mutilando o lesionando gravemente a decenas de personas.