El color fluye a borbotones en la última serie de pinturas del artista egipcio y arquitecto Mohamed Osman (El Cairo, 1952), que presenta la colección titulada "El esplendor de la luz", en el Liceo de Taoro de La Orotava, donde permanecerá expuesta hasta el próximo 14 de junio. Los veinticinco lienzos exhibidos se podrán contemplar todos los días de 11:00 a 13:30 y de 17:30 a 21:00 horas.

Este consagrado pintor, que reside en Tenerife desde el año 1986, es una acérrimo defensor del patrimonio arquitectónico y cultural de las Islas, tarea en la que ha volcado todas las pinturas que ha realizado en las últimas tres décadas. Su sabio pincel y su luminosa paleta de colores han sabido captar la belleza de espacios y parajes de Santa Cruz, La Laguna, el Puerto de la Cruz, Los Realejos, San Juan de la Rambla e Icod, entre otras localidades, además de La Orotava, protagonista central de la última serie.

"La gran mayoría de las obras que presento son de La Orotava. Los motivos de los cuadros están alrededor de mi nuevo estudio, que desde casi un año trasladé al edificio histórico más antiguo de La Orotava, el exconvento de Molina, del año 1590, situado frente a la Casa de los Balcones. Estando en el corazón del casco histórico puedo vivir y sentir la historia desde muy cerca", explicó el autor.

Esta es la primera vez que Osman dedica plenamente su tiempo creativo a investigar y observar el efecto de la luz sobre los monumentos en cada instante, para intentar plasmar el momento mágico del "esplendor de la luz. La luz de La Orotava es muy variable, cambia a cada momento, depende de las nubes, la lluvia, el amanecer, el atardecer... Hay que captar el momento mágico para mostrar su esplendor. La luz no se ve sólo con los ojos, hay que verla con la mente, analizarla, filtrarla... Se deben trabajar las sombras para destacar la luz, teniendo en cuenta el grosor de la materia: liso en las sombras y con texturas y empastes en la luz, para conseguir su impacto visual", detalló.

La arquitectura y el paisaje urbano son los motivos dominantes en esta serie, con la que pretende destacar los elementos arquitectónicos más universales. "Realizo una comparación entre la cuna del arte (Florencia) y La Orotava con el Duomo de Santa María de Fiore, en el cuadro titulado Inspiración y la cúpula de Nuestra Señora de La Concepción, presentado como Desde la ventana".

Algunas de las piezas reunidas en el Liceo de Taoro incluyen la presencia de la paloma y de figuras humanas anónimas. "La figura humana juega un papel importante en esta exposición. Nos ayuda a entender varios aspectos: define la escala de los edificios y nos permite sentir la tipografía real del paisaje urbano, las subidas y las bajadas. En el caso de la paloma callejera que se encuentra en todo el mundo, simboliza la universalidad y, además, humaniza los elementos arquitectónicos dándoles vida y movimiento".

Otra de las novedades reflejadas en la última producción de este amante del color es el estreno de un nuevo formato, el cuadrado, con unas dimensiones de un metro por un metro, además de la inclusión de detalles y primeros planos de algunos edificios que han atraído su atención.

"He incluido detalles de edificios porque la mayoría de la gente no se da cuenta de su existencia, por eso quiero destacar su belleza y su valor universal. Con respecto a los colores que he utilizado son más densos, brillantes y hay más contrastes".

La militancia de este artista en la defensa del patrimonio, tanto material como inmaterial, como la obra que realizó el año pasado dedicada a la ancestral costumbre guanche del baño de las cabras, le ha llevado a abordar un ambicioso proyecto.

"Estoy preparando una guía titulada Descubre La Orotava a través del ojo del pintor, donde se muestran los lugares más pictóricos de la villa. Con ello pretendo fomentar el turismo cultural en nuestra isla", adelantó este pintor que se enamoró cuando llegó a Tenerife de la luz y del color, dos de sus fieles aliados que le han ayudado a describir con fidelidad la belleza del entorno físico y humano en el que vive.