El cantautor, músico y escritor vasco Jabier Muguruza (Irún, 1960), que hoy actuará, a las 20:30 horas, en el teatro Príncipe Felipe de Tegueste, siempre busca en sus conciertos la cercanía del público, tanto si lo hace en su tierra natal como fuera de ella.

Este artista, que ha difundido su música por países como Estados Unidos, Marruecos, Francia o Polonia, además de en España, ofrecerá un recital acompañado de los sonidos de su acordeón y los del pianista Mikel Azpiroz, en el que interpretará en euskera, durante unos noventa minutos, los temas de su último disco, "Beste hogei. (Otros veinte)", además de algunos canciones de sus anteriores doce registros.

Este reconocido cantante, que se muestra hipercrítico con los momentos que está pasando la cultura en España, ya ha estado en Canarias en varias ocasiones: en un homenaje que se tributó a Leonard Cohen y para participar en alguna mesa redonda, además de algún concierto. También recordó que una vez utilizó el poema "A veces", de Félix Francisco Casanova, para una de sus canciones.

"Beste hogei significa para mí continuar en esa lucha, dadas las circunstancias económicas y de cambios en el mundo de la cultura. Es una lucha muy laboriosa, hay que trabajárselo mucho. Es un poco formular eso, continuar en unos tiempos en los que se ha complicado, pero ahí seguimos".

Muguruza es consciente de que el público que no sabe euskera no entiende las letras de sus canciones, por eso da una serie de explicaciones previas a los conciertos, como hará hoy en Tegueste.

"Trabajo mucho fuera del País Vasco y hago un esfuerzo grande para hacer llegar al público de qué estoy hablando. Hacer llegar textos propios y de escritores vascos de gran valía que se sitúan un poco en el mundo como yo, con los que tengo una sintonía y escriben en un tono sugerente. Hablan de las cosas que les ocurren a las personas, y de las que no solemos hablar, en el mundo de las emociones. Intento profundizar en esos terrenos. También hemos entrado en la problemática social, quizás de una forma más nítida, dado que la situación actual lo exigía".

En este sentido, aseguró que "Procuro siempre crear un clima de diálogo con el público. Siempre intento, no solo explicar, sino crear una relación. Procuro cantar al público dirigiéndome, metafóricamente hablando, al oído de uno a uno. No ver una masa de público".

Bernardo Atxaga, Gerardo Markuleta o José Luis Padrón son algunos de los escritores que comparten letras con este cantautor, que cuida de forma prodigiosa la musicalidad de los textos. "Cuando actúo fuera pregunto a la gente cómo les suena la letra. Es algo que me interesa mucho. Trabajo mucho la forma de decir las palabras. Está la musicalidad del texto por un lado y por otro el significado, que no se puede entender, pero te aproximas. El tratamiento musical es muy desnudo, muy básico, pero muy trabajado, muy cuidado. Que sea desnudo no quiere decir que esté descuidado, sino todo lo contrario".

Este escritor, cuya música tiene tintes de jazz y de pop, suele transmitir, a través de un lenguaje casi poético, su forma de situarse en el mundo. "Yo le doy valor a la cultura en general. Creo que la función fundamental que debería cumplir la cultura es ayudarnos a ser más sensibles y más críticos. Creo que es el binomio fundamental, es la clave. Creo que por eso estamos viviendo unos tiempos tan duros en la cultura. Creo que hay interés en que la cultura no sea importante. Si la cultura importa, hay personas con sentido crítico, y eso asusta mucho", planteó con cierta ironía.

Además de su faceta musical, que actualmente va por el camino del sosiego y la tranquilidad, en contra del ritmo frenético al que obliga la sociedad actual, Muguruza también tiene su lado literario, recogida en media docena de libros infantiles y varios para adultos.

"Trabajo mucho para niños, tanto en música como en literatura. Es un público que me interesa mucho. Intento contarles que hay que vivir lo más contento posible y que, aunque vayan viendo cosas kafkianas que les asustan, la vida merece la pena. Intento tirar por ahí a través de las historias que les cuento", confesó.