El actor, guionista y cómico andaluz Canco Rodríguez (Málaga, 1977) ha reunido en el espectáculo "Yo no soy gracioso" todas sus cualidades creativas, que pondrá en escena hoy, a partir de las 22:00 horas, en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna. Esta pieza, con unos noventa minutos de duración, es su monólogo más autobiográfico.

Este actor, que saltó a la fama por su papel de "El Baraja" en la popular serie televisiva "Aída", aclaró que el show que representará hoy es muy personal.

"Primero porque la he escrito yo. No es un texto que nace de un autor externo, y claro, hay muchas cosas mías, muy personales. Hablo de Aída, de las elecciones, de cosas que me han ocurrido a mí y, sobre todo, planteamientos que lanzo al aire para que la gente reflexione como yo sobre la vida y todo bañado con tintes de comedia. Es muy personal, muy de dentro".

Empatizar con el público será la principal misión de este cómico. "El espectáculo siempre lo cojo como una ensalada de verano, que lleva tomate, lechuga, cebolla, aceitunas..., un montón de cosas. Utilizo cualquier excusa, cualquier anzuelo para hablar sobre un tema político, social, deportivo, de mí, de lo que quiero, de anécdotas que me han ocurrido profesionalmente. También del día a día, de la música y de política. La política nos ha regalado grandes espectáculos a la mayoría de los actores".

Este hombre de escena siempre busca la proximidad con el público al que se dirige y al que adapta las gracias de sus discursos. Por este motivo recurre a incluir en sus intervenciones temas relacionados con la ciudad en la que propone sus montajes. No deja mucho espacio a la improvisación, aunque todo depende de la actitud y de las reacciones de los espectadores.

Este amante de la comedia, al que ya le gustaría pillar algún papel dramático, considera que a España siempre le ha gustado la comedia. "Somos un país en el que tenemos la virtud de reírnos de nosotros mismos, aunque a veces demasiado. A veces se nos olvida que tenemos que animarnos también. La comedia es un pilar importante que nos ha acompañado a todos".

A esta joven actor, que también participa en el montaje "The Hole 2", le gusta hablar sin tapujos en sus obras, con libertad, sin autocensuras, porque tampoco quiere dar lecciones de nada a nadie. "No soy categórico en temas de política o deportes, que es donde la gente más se puede molestar. Si digo que soy de un equipo o un partido, no estoy criticando al otro, porque seguramente al que más cera le estoy dando es al mío".

Canco Rodríguez reconoció que la faceta de monologuista es la última a la que se dedica. "Es la que más miedo me da porque, de hecho, es la última que he abarcado, con más edad, porque quizás necesitaba tener confianza para hacerme cargo de las riendas, yo solo, de un espectáculo de una hora y media de duración. También te digo que es un placer jugar libre, a tus anchas, sin necesidad de tener otros compañeros a tu alrededor".

El papel de "El Barajas" en la televisiva serie "Aída" ha sido el principal trampolín de este joven actor, además de su debut profesional en el mundo de la escena, tras acabar los estudios de Arte Dramático. Casi se puede afirmar que creció como actor con este personaje que interpretó durante una década. También trabajó en series como "Los Serrano" y "Hospital central", entre otras, además de en las dos entregas de la película "Fuga de cerebros".

"De El Barajas tengo muy poquito. Lo que me gustaba de ese personaje era poder alejarme de mí para poder decir lo que decía y hacer lo que hacía, moverme como movía y vincularme como me vinculaba al personaje que hacía Paco León, que tampoco tenía nada que ver con el Luisma de la serie. La verdad es que justo cuando acabé la carrera empecé la serie. Fue como una continuación, como una escuela, ir aprendiendo con ellos".

En este sentido, comentó que "es curioso, pero cuando la cosa sale bien y funciona, como fue el caso de Aída, a la gente le cuesta mucho creer que los actores no son así, entonces se enfadan cuando ven que no eres así. No quieren aceptar que ese personaje sea de mentira. La realidad es que ninguno somos así, además necesitamos que sea así para poder hacer otros papeles. Ahora mismo, después de tanta comedia, lo que voy persiguiendo es entrar en un papel dramático, con otra cara diferente que pueda abarcar el trabajo desde otro punto de vista, y esto lleva un proceso de cambio".