Abrir un diálogo entre dos pianos, pero con el reto de buscar un sonido único: "Queremos que el público perciba que en el escenario solo hay un instrumento", dicen Esther Ropón y Laura Gordo respecto al espectáculo "Somewhere in Paris", que el próximo sábado, a partir de las 20:30 horas, se programa en la Sala de Cámara del Auditorio de Tenerife. De la Francia de los primeros años del siglo XX al Nueva York de "West side story", ese es el hilo conductor de un espectáculo de unos 75 minutos de duración que toma su nombre de una danza de Bernstein y de París, ciudad clave para entender la obra de Satie, Debussy y Poulenc, que protagonizarán la primera parte del programa del 12 de junio. "A pesar de que hay un salto cronológico muy importante, este concierto es una especie de viaje de ida y vuelta entre París y Nueva York", avisa Esther Ropón.
La pianista grancanaria Laura Gordo considera que una de las claves de la velada es "el diálogo que se abre entre los pianos. Hay un intercambio musical muy potente, pero en realidad todo forma parte de una unidad, es decir, queremos construir algo realmente hermoso en torno a esa conversación; que el público perciba la belleza y la fuerza que tienen las composiciones elegidas para este programa", matiza.
Ropón considera que si hubiera que buscar un argumento a esta aventura musical, la más acertada giraría alrededor de "la revolución que se originó con el Preludio a la siesta de un fauno de Debussy", una de las tres piezas que sonarán en la primera parte del espectáculo. Todo arranca con Satie (Trois Morceaux en forma de Poire - Manière de Commencernent) y finaliza con Poulenc (Sonata para dos pianos fp. 156). En la segunda parte giramos a un escenario más latino en el que nos encontramos con sonidos del jazz, el mambo, el cha cha cha o la rumba", avanza la pianista tinerfeña en relación a un repertorio que Esther Ropón define como "impresionismo moderno". "Es inevitable hablar de surrealismo cuando ahora estamos festejando el 80 aniversario de la Segunda Exposición Internacional de Surrealismo en Tenerife, pero creo que cuando se crea algo hay que ubicarlo en el momento en el que se produce", precisa Ropón. "Algo de surrealismo sí que hay", añade Gordo, "pero la idea que se ha trabajado en torno a Somewhere in Paris es una propuesta que estamos desarrollando desde hace casi dos años con Debussy... A partir de ahí encontramos nuestro espacio en un estilo francés que apoyamos con la hermosa sonata de Poulenc", afirma antes de hablar de los riesgos asumidos.
Mientras Ropón centra un capítulo importante de su discurso en la escasa formación de determinados públicos, Gordo prefiere abrir una puerta a los sacrificios que hay que asumir para poder montar algo de esta naturaleza. "Asumir riesgos es dar un golpe sobre la mesa y proponer a una audiencia algo que no espera", ratifica Esther al tiempo que Laura recalca la idea de que "hay que estar coordinadas para que un concierto de este nivel no se vaya de las manos". "El público está acostumbrado a unas formas más clásicas pero, a veces, hay que generar estas revoluciones creativas para captar su interés", incorpora Ropón a un debate que Gordo cierra con diplomacia. "Son obras que tienen un protagonismo muy generoso en los programas, con excepción de un dato que está unido con la segunda parte del concierto del sábado. No fue fácil dar con la partitura porque no está en internet, porque tiene unos derechos de autor y tuvimos que pagar para incorporarla a Somewhere in Paris. Esta pieza es un arreglo de finales del siglo XX -del año 1994- del compositor americano John Musto de una obra maestra de Bernstein (West side story)", admite Laura sobre una aventura que piensan llevar a Las Palmas de Gran Canaria, Francia o Hungría. "El piano es un instrumento tan versátil que ofrece múltiples posibilidades a la hora de componer. Solo necesitas uno y unas manos para comenzar un proyecto", reivindica la grancanaria segundos antes de puntualizar que "en este caso lo hemos complicado un poco más con dos pianos".
En cualquier caso, Ropón añade que "este es un espectáculo con posibilidades de salir de Canarias, es decir, que no está sujeto a los inconvenientes de tener que desplazar a toda una orquesta. Eso sí, antes vamos a estrenarlo en el Auditorio de Tenerife, que ya es todo un lujo para cualquier artista".
Esther Ropón
Pianista
Laura Gordo
Pianista