Una gran variedad cromática, en la que yuxtapone diferentes tonalidades para conseguir el efecto deseado, es una de las características que definen la pintura del arquitecto Antonio Alonso, quien presenta una colección de cuarenta óleos sobre madera, de pequeño y mediano formato, en la sala Arte Galería de Santa Cruz, hasta el próximo 27 de junio.

Este artista autodidacta, que recibió clases de dibujo, carboncillo y óleo en la Escuela de Bellas Artes de Santa Cruz a finales de los años 60, realizó su primera exposición en 1970, en Tacoronte. Después centró sus estudios en la arquitectura, aunque nunca abandonó la pintura. En 2012, retomó los pinceles y experimentó con la acuarela y el óleo, obras que exhibió en La Laguna, El Médano y Santa Cruz.

La serie que presenta en Santa Cruz, de hondo sentido figurativo, está formado por nadadores y bañistas en la playa, marinas, nieblas y paisajes urbanos, en forma de caminos o rutas, cuyo horizonte se muestra difuso.

"Son temas relacionados con el agua, porque siempre me ha gustado todo lo relacionado con el mar, la natación, el submarinismo, el surf... También presento una serie de paisajes, que no son reconocibles, que son vistos desde la carretera. Son como puestas de sol vistas desde el coche, con horizontes muy difusos, como con niebla, que dejan entrever lo que está por venir, pero sin estar muy delimitado y definido. Me interesa que no quede todo perfectamente definido y nítido, sino que cada uno se imagine lo que quiera", explicó.

Este humilde pintor confesó que simplemente le gusta pintar y dar a conocer lo que hace a la gente interesada en su obra, sin más pretensiones. Aunque ha pintado sobre lienzo, ahora está centrado en la madera como soporte. "El pincel no juega tanto como con el lienzo, que es más flexible, pero es cuestión de acostumbrarse. Son trazos marcados, pero no repincelados. Lo que busco es una pincelada suelta y muy fresca".