En breve volverá a Tenerife para presentar los temas que forman parte de "Somos Uno Tour" en el Pabellón de los Deportes de Santa Cruz de Tenerife. El puertorriqueño Luis Fonsi (1978) se siente querido en las Islas y agradece que el público canario saque un ratito para oír su música. "No sé lo que es, pero ya en la primera promoción percibí que esa tierra iba a ser mágica para mí", asegura el compositor, cantante y actor nacido en San Juan.

No hay gira de Luis Fonsi que no toque Canarias.

Una de las cosas buenas que tiene esta profesión es que se pueden crear tradiciones y lo mío con las Islas comienza a ser eso; una relación que dura muchos años y que cada vez está más asentada. Me siento honrado de que el público canario siempre tenga un ratito para mi música.

¿Queda margen para sorprender al público del Archipiélago?

Yo creo que sí... Tampoco es que vaya por ahí todos los días. Hace tres años que no voy y llegó la hora de volver. En este tiempo han ocurrido muchas cosas; pasaron unas cuantas canciones por mi vida -el puertorriqueño aprovechará esta gira para presentar en directo los temas de "8" (2014)- y esta es una gira bastante diferente a la anterior. Mis conciertos están pensados para hacer disfrutar tanto al que se aproxima por primera vez a mi música como a los que dieron su fidelidad hace años. Cada vez que preparo una gira empiezo de cero.

Usted siempre señaló las Islas como un punto estratégico de su carrera, ¿entiende que este enclave es fundamental para los artistas latinoamericanos que persiguen una proyección en Europa?

No sé si es la única llave de acceso al mercado europeo, pero sí una de las más usadas. De mis experiencias en las Islas entendí que allí las cosas se mueven de una manera muy parecida que en América Latina. Lo diré hasta que la gente se canse de escucharlo, pero a Canarias le debo mucho del artista que soy en España: desde aquellos primeros carnavales o promociones en los que era un gran desconocido a hoy pasaron cosas en mi vida que hacen que vea a esa tierra de una manera especial. Además, Canarias siempre es un punto de conexión con el mundo latino.

En definitiva, que se siente como en casa.

Yo me siento bien en muchos lugares, pero no voy a negar que el radar de los canarios hacia lo latino está más afinado que en la Península y eso es una ventaja.

Lógicamente los años pasan, y con ellos las canciones, pero ¿qué recuerdos conserva de aquellas primeras experiencias?

Al principio solo iba de visita a los medios de comunicación y en alguna ocasión para firmar mis primeros discos. Más tarde me hicieron algo de caso en alguna discoteca (ríe) y llegaron mis primeros conciertos en municipios pequeños, pero todo cambió con mis primeros carnavales. A partir de aquel instante esta relación no ha dejado de crecer. Ahora soy yo el que tiene que devolver ese cariño inicial y la verdad es que intento que todas las giras tengan un punto de paso por ese archipiélago en el que me siento tan bien recibido.

¿Después de tantos elogios es imposible no ser bien recibido?

Pero todo esto lo digo de corazón. Mi identificación con el público canario no solo es musical: su personalidad alegre y sincera también forma parte de mí, es decir, que hubo una atracción mutua desde el primer día.

¿Qué se van a encontrar las personas que acudan el próximo 1 de julio a su concierto?

Igual suena mal y todo, pero esta es la gira más importante de mi carrera. No solo porque en ella confluyen la madurez personal y la del artista. Esto comenzó a finales de 2014 y no hemos parado. Cada vez que me enfrento al público tengo la sensación de que acabo creciendo un poquito más como intérprete. Soy un artista que no tiene dobleces; en mis canciones hay sinceridad y mucha pasión. Eso es algo que agradece la audiencia.

Sin quitarle méritos a "Eterno", a "Paso a paso" o a "Tierra firme", da la sensación de que "8" es un disco de consagración.

No me gusta colocar un disco por encima de otro. Ni siquiera el más reciente. Sé que esa es una cuestión inevitable por razones comerciales, pero proceso creativo tiene su historia. Evidentemente "8" es un trabajo muy significativo. No solo por lo que se queda detrás, sino por todo lo que tiene que venir a partir de estos momentos. En cualquier caso, no soy una de esas personas que buscan un acomodo cuando las cosas van bien. La vida está llena de capítulos que hay que ir cubriendo como mejor puedas. Hay discos que funcionan mejor que otros, pero eso no significa que tenga más calidad. Lo que sí tiene "8" son unos sentimientos distintos a los anteriores; es un álbum que hice estrenando paternidad y eso te cambia la vida. Eso no significa que no esté orgulloso de mis otros "hijos" discográficos (ríe). Este trabajo lo hicimos en Londres y tiene un sonido un poquito más diferente que los anteriores. Quizás, esa es la respuesta a la pregunta que se hacen muchas personas en relación a un posible cambio de registro.

La última... En breve va a saborear los placeres gastronómicos canarios.

Ahí no hay dieta que valga. La música también es mi excusa para disfrutar de unas papas arrugadas y un buen mojo picón. Eso siempre...