Ahora que el término "transparencia" se ha incorporado al lenguaje y la estrategia política como parte del ideario de la ¡denominada "regeneración", un informe elaborado por la Fundación Compromiso y Transparencia, centrado en los museos de bellas artes y de arte contemporáneo, "pinta" con tonos opacos la gestión de los tres centros canarios analizados: Tenerife Espacio de las Artes (TEA), Centro Atlántico de Arte Moderno y Contemporáneo (CAAM) y Museo Internacional de Arte Contemporáneo Castillo de San José (MIAC).

Bajo el título "A través del espejo", este estudio sobre la transparencia y buen gobierno de un total de 51 museos de bellas artes y arte contemporáneo referido al año 2014 -continuación de un trabajo sobre las webs realizado en 2010- define un total de 24 parámetros que dan como resultado un ranquin con gamas que van desde lo transparente y translúcido hasta lo opaco.

Y precisamente, en ese escalón más bajo se encuentran los museos del Archipiélago, con notas desde el rotundo supinos de la institución lanzaroteña (0 sobre 24), los exiguos 2 puntos que exhibe el museo tinerfeño y la media de un 6 con la que se evalúa al centro grancanario. Y eso que los analistas aseguran haber sido "generosos" en cuanto a sus valoraciones.

En concreto, TEA aprueba dos indicadores: la misión y las actividades educativas, que se incluyen en el capítulo denominado plan estratégico.

En cuanto al primero de ellos, la misión expresa la esencia de la organización y proporciona un sentido y dirección a las personas que trabajan y colaboran con la misma. Para los redactores del informe, está relacionada con la propuesta de valor social -sea espiritual, moral, cultural, estético o medioambiental- que se quiere llevar a cabo.

En cuanto al otro parámetro, el TEA aprueba la transmisión de sus actividades educativas, un apartado que se relaciona con la toma de conciencia de la sociedad sobre el valor que representa el descubrimiento e interpretación de su patrimonio.

Sin embargo, el museo dependiente del Cabildo de Tenerife incumple los otros 22 indicadores y de ahí su carácter opaco.

Por su parte, el CAAM también alcanza a transmitir con claridad su misión; las actividades educativas; la identidad de sus principales gestores y los nombres de las personas que ocupan el órgano de gobierno, es decir, su consejo de administración, si bien no se aclara de forma visible y accesible el perfil de sus miembros ni se difunden las actas de sus reuniones.

Por el contrario, el museo grancanario no da la "nota" en los capítulos referidos a la información económica y de ahí que incumpla los requisitos para considerarse un museo transparente.

El rotundo suspenso del museo lanzaroteño habla por sí solo.

Según consta en el informe, la visibilidad se refiere al hecho de que los contenidos sean "fácilmente localizables por estar situados en un lugar evidente y previsible en las páginas webs".

Un segundo elemento es el de la accesibilidad, abierta a cualquier usuario sin restricciones. Además, la información debe ser actual. Si los contenidos no están al día se estima que no hay una disposición real de ser transparente

Y con trazo grueso se desataca que ser transparente "no consiste exclusivamente en rendir cuentas de una lista tasada de contenidos". Sobre este aspecto se precisa que cada vez resulta más evidente que "no se trata de colgar información, sino de hacerla más visible y, sobre todo, más comprensible para los demás". El factor crítico en la transparencia es el diálogo permanente con los grupos de interés situados en un lugar evidente y previsible en las webs.

A manera de decálogo, los redactores del informe hacen las siguientes recomendaciones: los responsables de la gestión y gobierno de los museos deben ser más conscientes de las exigencias que el nuevo entorno impone a las obligaciones de transparencia y rendición de cuentas.

Asimismo, han de esforzarse por compartir información con criterios de uso y accesibilidad.

Un porcentaje significativo de museos (50%) confunde la misión con la descripción de fines u objetivos, y se precisa publicar los planes estratégicos como forma de compromiso con la sociedad.

Es importante que los museos desarrollen códigos de buen gobierno y políticas de colecciones. También que compartan en su web información relevante, completa y actualizada sobre los actos de disposición de obras de arte.

Cuando se informe sobre los miembros del órgano de gobierno, debe incluirse un breve perfil profesional de los mismos y compartir su estructura de funcionamiento interna en forma de organigramas,

Por último, se recomienda a todos los museos sin excepción, ya sean públicos o privados, publicar sus estados financieros en la web e incluir un informe de un auditor externo.