Blindada con una generosa melena rubia platino que "rescata" el recuerdo de Madonna y poseída por la misma delgadez que exhiben las gimnastas de alta competición, Inma Mira se dispone a hablar del papel de su vida; del rol asignado por Azpilicueta en el esquema de "Evita", el musical que esta tarde, a las 18:00 horas, se representa por última vez en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife antes de abordar una minigira por el Archipiélago.

Su parecido con Eva Perón es tan próximo que resulta inevitable preguntar por las raíces históricas de esta propuesta escénica. "Es difícil hallar otro papel de protagonista tan protagonista", avanza la intérprete que ha sostenido un gran mano a mano con Jadel (Che). "El personaje no solo pesa por toda la historia que hay a su alrededor sino porque es un clásico de este género. Pocos títulos entregan a un protagonista tantos minutos de exposición al público", precisa la actriz, cantante y violinista.

Mira estudió violín en el Conservatorio antes de decidir dar el salto al mundo de la interpretación. "La música ha vivido dentro de mí durante años y eso es algo que me ha ayudado muchísimo a la hora de sacar adelante a un personaje tan complejo como el de Evita", puntualiza sin obviar que "asumir un rol como este exige que ofrezcas lo mejor que llevas dentro porque en el guion no hay diálogos".

Mira es la única baza no canaria del elenco que en los próximos días se podrá ver en Santa Cruz de La Palma (14 de julio) y Fuerteventura (17 y 18 de julio). "Trabajar con él siempre es un lujo porque aprendes algo en cada ensayo... Es un director que está constantemente marcando el trabajo de los actores y que sabe sacar lo mejor de cada uno. Con él estuve en Sonrisas y lágrimas, aunque en las funciones de Tenerife no estaba como actriz sino en la orquesta", cuenta la violinista. "Este es un mundo en el que no abundan las oportunidades y es importante formarse en distintas disciplinas", precisa Mira en un instante de la entrevista en la que destaca su estancia en Nueva York. "Estuve un año estudiando teatro musical. Al volver tenía claro que era mi primera opción, aunque tampoco me resisto a probar otros registros en el mundo del cine, televisión o teatro".

Inma Mira agradece la excelente acogida que le han dado los compañeros de reparto. "Desde el primer ensayo percibí que este era un equipo muy especial; un grupo lleno de ilusión que se merece el reconocimiento de la audiencia porque ha trabajado muchísimo por sacar adelante esta aventura", dice en un tramo de la conversación en la que admite abiertamente que "En Evita encontré la horma de mi zapato. La confianza que me dio Jaime ha sido total, pero igualmente encontró muchísima solidaridad entre los compañeros. Esta es la prueba de que las ganas pueden convertir en realidad proyectos que se pueden ejecutar sin grandes presupuestos", concluye.