En los últimos 10 días ha actuado en Santa Cruz de Tenerife, en Adeje y en el Puerto de la Cruz, su municipio natal. Señalada por la crítica especializada como la "reina" de la música dance ibicenca, Nalaya Brown (1983) sabe que su carrera está en un punto ascendente. "Todo lo que tengo me lo he currado, pero no puedo negar que mi paso por La Voz (Tele 5) fue una gran promoción", admite una cantante que en la actualidad es un sólido referente en el circuito europeo. "Vivo de la noche, pero no consumo sus vicios", explica la artista tinerfeña sin perder de vista un par de retos que piensa abordar de inmediato: "En cuando descargue algo mi agenda quiero grabar nuevo material discográfico y para después del verano me voy a China".

Su apuesta fue muy arriesgada: lejos de casa y metida de lleno en un género musical complicado. ¿Ha valido la pena?

Siempre tuve claro que esto es lo que quería hacer... Era lo que soñaba cuando era una niña y, por lo tanto, sí que ha valido la pena. Un día me propuse vivir de esto y gracias a Dios no me puedo quejar de cómo me están yendo las cosas, pero quiero más. Soy una persona inconformista.

Trabajar mientras otros se divierten debe ser, como mínimo, una experiencia extraña, ¿no?

Yo me lo tomo como si fuera a la oficina: voy al sitio en el que me contratan, hago mi trabajo y vuelvo a casa (o al hotel) a dormir... Llegó media hora antes de empezar y en cuanto acabo desaparezco. Por eso me ha ido bien las cosas; porque no mezclo mi profesión con la fiesta.

Hasta hace poco este era un mundo reservado para los hombres. ¿El hecho de que existan profesionales como usted supone un cambio de registro y, a su vez, una señal de que no hay metas imposibles de cumplir cuando uno/a se esfuerza al máximo?

Cuando llegué no conocía a nadie que fuera como yo. No resultó nada sencillo buscarme mi espacio, pero sí es cierto que cuando persigues algo con todas tus fuerzas aumentan las posibilidades de que eso se convierta en realidad.

¿Y encima la noche está llena de "peligros"?

Más que peligros, yo los llamaría vicios... A partir de ahí, hay gente que decide cogerlos y otra que prefiere pasar de largo. Vivo de la noche, pero no consumo sus vicios. Los que optan por entrar en esas zonas oscuras saben que las cosas se suelen torcer tarde o temprano, es decir, que para sobrevivir en este mundo mucho tiempo hay que tener claro por dónde te quieres mover.

¿Cómo se sobrevive a esas tentaciones?

Teniendo una personalidad muy bien definida y siendo consciente de cada una de las motivaciones por las que debes pelear en esta vida. A mí me sacaron de los clubes de jazz para girar con espectáculos de dj''s. Me quedé en el mundo de la noche porque sin dejar de hacer lo que más me gustaba vi que era una manera de ganar dinero. Todo lo que pueda aparecer alrededor de música&noche no llama mi atención. Lo de "La Voz", por ejemplo, únicamente fue una pequeña estrategia de marketingpara atraer nuevos proyectos.

¿Cuánto poder le concede Nalaya Brown a la imagen?

La mayoría de los cantantes nos empeñamos en defender la voz y el talento, pero desgraciadamente sin una buena imagen todo se complica mucho más... Viendo los cánones de belleza que se han instalado en el mundo del espectáculo en general, obviamente nadie que quiera triunfar puede descuidar su imagen. En mi caso creo que es un "fifty & fifty": trato de equilibrar la creatividad, el talento y el trabajo con la imagen que transmito.

¿Pero usted es consciente de que usted es de las que cuidan mucho los pequeños detalles?

Tengo una buena genética canaria, me cuido mucho e intento cumplir los años con dignidad. No consumo drogas, no bebo alcohol y tampoco más sol del que necesito. Todo eso es algo que mi piel agradece. Una persona se cuida para estar más juvenil y fresca, no solo por el hecho de dar buena imagen. Me he propuesto no contaminarme con todos los añadidos que tienen un oficio como el mío.

¿En qué momento, o atendiendo a qué factores, decide irse al jazz, soul o la música dance?

Yo estudié con Juan Carlos Calderón en el Teatro Real de Madrid y con Polo Ortí durante mi etapa en Tenerife. Mi base de jazz está bien consolidada y cuando necesito tirar de él lo hago sin demasiados miramientos. El jazz y el soul me alegran el alma, en el dance aporto mi sello personal y también tengo un puntito latino al que me gusta recurrir para innovar. Mi voz es negra y eso es algo que cuido muchísimo cuando me propongo interpretar una canción.

Usted es una artista cuya obra está marcada por la fusión. Sin embargo, ¿no cree que en la industria musical de hoy en día se abusa de ese concepto?

La fusión está de moda. Todas las mezclas son exóticas, pero cuando escucho a un cantante soy capaz de identificar sus conocimientos musicales. La mezcla no sirve de nada cuando falla la musicalidad u otras propiedades que tienen que estar sí o sí en una buena canción. Yo, por ejemplo, podría meter una coreografía en 16 compases que se han quedado libres, pero mi sentido del riesgo me dice que hay que buscar algo que sorprenda.

¿Esos ritmos de ida y vuelta entre Canarias y los continentes son un excelente banco de prueba a la hora de propiciar esas mixturas musicales?

Algo de eso sí que hay... Es evidente que existe un don especial hacia la música negra y nos llegan unas influencias que en otros puntos de la Península pasan de largo. Los canarios somos muy americanos, pero también bastante latinos, a la hora de escuchar música. En el resto de España, en cambio, las influencias son más aflamencadas.

¿Cuáles son sus planes de aquí a finales de este año?

Seguir trabajando hasta que muera el verano. Tengo una propuesta norteamericana para hacer una grabación dance con un toque comercial, algo que vaya en la línea de lo que hace Jennifer Lopez. En agosto vuelvo a Canarias en distintas fechas y luego me marcho a China.

¿El mercado asiático lo tiene entre ceja y ceja?

En invierno cae mucho la actividad en España y esa es una buena época para mostrar lo que hago en Asia. Ahora hay una corriente favorable que tengo que aprovechar al máximo. Yo no entré a "La Voz" con el propósito de ganar, sino para explotar al máximo mi imagen y con la idea de que se hablara de Nalaya Brown.