Convive con medio centenar de personajes que articula como un marionetista; un ilusionista que reproduce voces que trasladan a los espectadores a una realidad invisible. Carlos Latre regresa a Tenerife con "In live", un espectáculo de nuevo recorrido en el que siempre se terminan colando la Pitonisa Lola, Jaime Peñafiel, la Pantoja de Puerto Rico, el Rey de España, Pocholo o el mismísimo Torrente. "La gente agradece mucho el humor cercano", precisa el artista castellonense.

¿Cómo es el "show" que trae a Tenerife?

Es muy ágil, fresco, dinámico y, sobre todo, divertido. En él propongo un repaso irónico y a mi manera de la realidad, a través de más de 50 personajes que me acompañarán en este viaje por la isla de Tenerife después de más de seis años sin venir por aquí.

¿Qué busca en el momento de "construir" un personaje?

Principalmente que el público recuerde al original... Lo mejor para una recreación es encontrar los elementos que hacen que el público vea el original. A veces es la voz, pero muchas otras es un movimiento, un gesto, un "tic", una pequeña mueca... Todo eso me ayuda. Así que todo me lo aprendo de forma detallada.

¿Hay personajes que le han entregado menos "juego" del que usted esperaba?

Sí, claro... A veces la actualidad es muy efímera para muchos de los nombres que aparecen en nuestro país. Ahora, por ejemplo, se han vuelto a poner de moda los políticos. Hacía años que eso no ocurría (desde Aznar), pero está de moda imitar a Pablo Iglesias, Manuela Carmena, Ada Colau o Pedro Sánchez...

¿Alguna vez se ha autocensurado, o lo han censurado?

Siempre intento hacer mi trabajo respetando mucho el de los demás. Los límites, para mí, son claros. No creo que para provocar unas cuantas risas sea necesario herir sensibilidades. No me gusta hacer humor de la religión o según qué temas y, además, procuro que lo políticamente incorrecto venga siempre a colación de un buen guión...

¿Una imitación que le haya creado problemas?

Quizás dificultades a la hora de lograrla... Muchas son complicadas por la cadencia, el ritmo, el tono de voz del original... O porque, simplemente, son voces planas, sin ningún aderezo que las haga diferentes. Esas son las más difíciles. Las mujeres siempre me plantean problemas, ya que son bastante más complicadas que las de los hombres...

¿Se ha rendido alguna vez ante la imposibilidad de no encontrar el punto a un personaje?

Sí, claro.. Hay personajes que, por mucho que lo intentara, se me resistían. Sardá, hace muchos años, me pidió su imitación y renuncié a lograrla... No lo conseguí.

¿Cómo conviven esas referencias en su imaginación?

Pacíficamente. Creo mi universo paralelo en el teatro, encima de un escenario, ante el público. Conviven personajes, historias, "sketches" y mucha improvisación, pero cuando se baja el telón recupero mi yo...

¿De qué manera decide usar unos u otros?

La actualidad manda. Quien está de moda tiene que estar en un escenario. Además, me gusta mucho personalizar el show en función del lugar que visito.

¿Son muy pesados los fans a la hora de pedir imitaciones?

La gente agradece mucho el humor cercano, el que le toca de cerca, nombrar a personajes locales conocidos por uno u otro motivo o estar al tanto de lo que ocurre en cada lugar. Me empapo de cada ciudad antes de ir para ofrecer la máxima interacción posible con el público.

¿Cuál de ellos le ha dado más juego?

En televisión recuerdo buenos momentos con personajes como Boris Izaguirre, la Becaria Bea, Papuchi, Dinio, Pocholo, la pitonisa Lola, la Pantoja de Puerto Rico... Ahora está más repartido.

Algunos creen que la imitación nace desde la burla, ¿es así o existen otros factores?

Para mí no es así. Nunca planteo una imitación desde ese punto de vista porque no podría conseguirla. En muchos casos me decían que mis imitaciones hacían buenos a los originales, los humanizaban.. Creo que mi respeto por ellos es fundamental. Si no, sería imposible.

Funciones: 17 y 19 de julio

Lugar: Auditorio Teobaldo Power de La Orotava (viernes) y teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife (domingo)

Hora: 21:00