El pasado fin de semana fue premiado en Gijón con el Dashiell Hammett, un galardón literario que está apadrinado por la Asociación Internacional de Escritores Policiacos, que en este caso se inclinaron por "Yo fui Johnny Thunders", una novela que formó parte del trébol literario que optaba a conquistar la primera edición de Tu Santa Cruz Noir: Claudio Cerdán, con "Un mundo peor", se impuso a los títulos de Víctor del Árbol ("Un millón de gotas"), Toni Hill ("Los amantes de Hiroshima) y Zanón.

"Yo fui Johnny Thunders", un libro que se editó en enero de 2014, reconstruye la vuelta a casa de un artista que sueña con ser una estrella de rock and rock, un deseo que acaricia antes de entrar en una dionámica muy destructiva. "Hoy en día las novedades literarias no suelen tener una vida tan larga. Un premio como este sirve para conseguir más lectores, para tener algo más de presencia en las librerías y, sobre todo, para que siga funcionando el boca a boca".

Novelista, poeta, guionista, crítico literario y articulista, el autor barcelonés pone como ejemplo al maestro Bob Dylan para explicar que "escribir en función de los gustos de los lectores se puede convertir en un problema... Dylan sabía cómo escapar de todas esas situaciones en las que trata de etiquetarte. Él no elige al público, sino que son las audiencias las que al final acaban eligiendo su música", comenta un creador que se estrenó hace dos décadas y media con la obra "El sabor de tu boca borracha".

Zanón, abogado y amante de la música, asegura que "no esperaba que esta historia llegara tan lejos. Sobre todo, porque es el libro más personal de los que he escrito y, en cambio, el que más afecciones ha generado. Eso forma parte del misterio que envuelve a la creación literaria", añade el barcelonés. "Hacer una novela implica una labor de desgaste que se concentra en la búsqueda de tramas, personajes, soluciones... La recepción de las mismas es algo que no se puede calcular durante el proceso creativo. Por eso es importante no confundir una cosa con la otra".

Sobre el éxito que acaba de sumar en Asturias, Zanón admite que "hay músicos a los que empiezan a tener en cuenta 50 años después de su muerte. La obra, pues, es lo que importa... Si todo lo analizamos desde un punto de vista comercial, este libro no sería un Premio Planeta, pero si un buen Hammett".