Jordi Cortés conoce muy bien el significado de la expresión maorí kiakahart ("sé fuerte"). Ese es el nombre de la asociación que dirige y que trabaja con personas de diversidad funcional, sensorial o psíquica. "Siempre hay que potenciar lo que queda. Todo el mundo tiene capacidades, sobre todo para la danza. Se puede bailar hasta con los ojos", asegura.

Hoy, domingo, este colectivo mostrará cómo la diversidad funcional, sensorial o psíquica no supone un impedimento para interpretar danza contemporánea.

Cortés trabaja con unas 50 personas entre las que se encuentran invidentes, amputados o con alguna diversidad psíquica, quienes a través de técnicas como el contact y la improvisación elaboran piezas basadas en la concienciación de sus propios cuerpos y en el de los otros. Concretamente, la pieza que bailarán en la clausura de la cuarta edición de Cuadernos Escénicos estará compartida por Jordi Cortés junto con dos de sus alumnas. Una de ellas invidente y la otra con una pierna amputada hasta la rodilla. La pieza, que se estructura en varias partes, se inicia con unos duetos para evolucionar y convertirse en una integral con los tres componentes.

Cortés pretende que esta vertiente de la danza contemporánea gane visibilidad. "Mucha gente lo ve como un trabajo terapéutico, pero existe la vertiente artística. Tiene un cariz artístico profesional muy importante", asegura. Asimismo, en cuestión de visibilidad, mostrar este trabajo en la calle puede ayudar muchísimo. Sin embargo, al bailarín y coreógrafo catalán no le importa dónde. "Para mí lo verdaderamente importante es compartir el trabajo".

Cortés imparte hoy un taller, de 10:30 a 13:30, en el antiguo convento de Santo Domingo. "Cada persona, cada cuerpo es especial, único, genuino, tiene una entidad psicofísica irrepetible, con sus rasgos anatómicos, fisiológicos, psicológicos, emocionales y, por tanto, con una manera única y original de expresarse a través de la danza", afirma.

A Kiakahart lo acompañarán desde las 19:00, en la glorieta de San Francisco, los italianos La Kor''sia y Paula Quintana, una canaria que está triunfando allá donde lleva su danza.