El pianista cubano Daniel Amat intervendrá en el Otoño Cultural 2015 de CajaCanarias, con el concierto que ofrecerá junto a su banda Afrocuban Jazz el próximo 5 de noviembre en Santa Cruz.

¿Cómo ha condicionado su carrera musical, en lo bueno y en lo malo, el ser hijo de Pancho Amat, uno de los treseros más importantes de todos los tiempos?

Para mi carrera ha sido positivo ser hijo de Pancho Amat, pues él ha sido mi principal maestro y tutor. También he tenido otros grandes profesores que han influido mucho en mí, pero mi padre ha sido mi gran guía. Poder estar cerca de él y ver cómo concibe la música y la visión que tiene de ella me ha nutrido de muchas experiencias musicales.

Usted reside en España. ¿Ha encontrado en Europa un marco en el que desarrollar su proyección musical, en el que abrirse a nuevas influencias dentro del jazz?

Sí, así es. Europa es muy rica musicalmente, tanto en géneros más antiguos como la música clásica, pasando por sus diferentes períodos, hasta llegar a la música más contemporánea. De forma paralela, me ha ayudado mucho conocer otros puntos de vista musicales que tienen los europeos, pues no son los mismos puntos de partida míos. Esto me ha permitido descubrir también mucha música, tanto contemporánea como clásica, e, incluso, he podido entender mejor a los compositores que ya conocía desde mi etapa en el conservatorio.

¿Cómo describiría el panorama actual del jazz en Cuba?

Cuba ha sido desde siempre un potencial musical y de referencia a escala mundial... Es un país con muchas raíces musicales heredadas de partes muy distintas del mundo, mayormente de África y España. Además de la herencia, el cubano siempre está buscando información sobre géneros musicales muy distintos, para mezclarlos con los suyos. El panorama del jazz cubano es como un volcán en erupción que está constantemente creando y experimentando iniciativas musicales nuevas.

Cuando compone, ¿dónde reside su fuente de inspiración? ¿Qué papel desempeña en usted su raíz cubana?

El proceso de composición es complicado pero hermoso. Uno acumula vivencias a través de la vida que se convierten en el combustible de la máquina. A veces he compuesto por recuerdos de mi niñez, otras por emociones fuertes que experimentas, como el nacimiento de tus hijos o la pérdida de un ser querido. En mi caso, siempre tengo que basarme en alguna emoción que me conmueva.

Una revista decía que "el jazz mezcla con todo". A un intérprete como usted, ¿le parece esto cierto o considera que hay unos límites sonoros o musicales para el jazz?

Creo que el jazz es el género musical que más ha aportado a la música en los últimos tiempos. Sus aportes armónicos tienen mucha importancia y han llevado la improvisación espontánea a su máximo esplendor, bien desde el jazz tradicional, desde el free jazz o desde otras vertientes. El jazz tiene, además, otra gran cualidad: puedes utilizar toda su riqueza musical según tu manera de enfocar la música, ya sea a través de un tango, un son, etc. Otra cosa es que quieras respetar determinado género tal y como se concibió, y así no queda más remedio que estudiarlo desde sus inicios, interpretarlo como se creó. El jazz está constantemente evolucionando debido a la gran demanda, al igual que sucede con el flamenco, el son cubano... la gente los asume y los hace suyos y esto trae consigo la evolución, no importa de dónde vengas ni las influencias que tengas.

¿Qué tipo de música ha tenido más influencia en usted?

Ha tenido mucho que ver la música clásica, el jazz, la música folclórica cubana y sudamericana... En fin, creo que me ha llamado mucho la atención todo lo que tiene unas raíces bien marcadas.

¿Free jazz o latin jazz?

Los dos géneros, siempre y cuando estén bien hechos y tengan un mensaje que aportar.

En noviembre actuará con su Afro-Cuban Jazz Quartet ¿Cómo describiría esta propuesta?

Voy acompañado de grandes músicos, con los que tengo mucha afinidad. Ellos saben en todo momento lo que quiero hacer en cada tema y cómo lo quiero expresar. Va a ser un concierto donde la espontaneidad y la improvisación estarán a flor de piel... Y esa sinceridad el público siempre lo agradece y recibe muy bien. Con Canarias, además, nos unen muchos lazos de idiosincrasia, tenemos un acercamiento cultural muy grande.

¿Qué planes tiene para el futuro?

Acabo de grabar mi último álbum junto al saxofonista colombiano Justo Almario. También estoy pendiente de grabar un CD con danzas y danzones de tres compositores cubanos, Ignacio Cervantes, Ernesto Lecuona e Israel "Cachao" López.