Ni episodios bélicos, ni artes marciales. Esa es la línea que trazó Clara Armas, directora gerente de la Fundación Cristino de Vera-Espacio Cultural CajaCanarias, cuando se propuso crear la programación del ciclo de cine chino que hoy, a partir de las 19:30 horas, regresa al edificio ubicado en la calle San Agustín de La Laguna. Tras la proyección de "Together", título con el que se inició el pasado 10 de septiembre esta programación, esta tarde tomará el relevo "Siempre cautivo", otra propuesta del director asiático Chen Kaige que se proyectará en versión original y con subtítulos en español. La entrada es libre hasta completar el aforo de la sala habilitada en la sede de la Fundación Cristino de Vera. "Las películas elegidas enseñan las costuras emocionales de esta sociedad tradicional", avanza Armas en referencia a lo que se van a encontrar los espectadores que acudan al pase. "Los criterios de elección los marcó el cine de unos directores que forman parte de la Quinta y Sexta generación de alumnos que se graduaron en la Academia de Cine de Pekín", sostiene la artífice de una experiencia que cuenta con el respaldo Centro Cultural de China en Madrid.

Clara Armas revela como un hecho decisivo en su selección que Chen Kaige, Hu Mei, Li Yu y Xue Xiao Lu fueran estudiantes con formación en ámbitos rurales. "Los cuatro conocieron de primera mano las claves de una sociedad que cuenta con una tradición milenaria; unos modos de vida que apuntalaron en zonas de campo antes de volver a la gran ciudad", explica en relación a cómo se vio condicionada su visión cinematográfica cuando entraron de nuevo en contacto con un modelo social mucho más competitivo y vertiginoso. "Todos los directores aportan un lenguaje narrativo novedoso: mejoran los apartados de fotografía y música", sostiene Armas de los autores de "Together" (2002); "Siempre cautivo" (2008); "Confucio" (2010); "La montaña de Buda" (2010) y "Ocean Heaven" (2010).

La distancia que Armas pone con el género de acción es proporcional con la cercanía con la que se muestra en torno a un cine más sensorial. "Todas las películas están localizadas en la ciudad pero, además, hay una forma de narrar que define a los miembros de la Quinta generación. En todas sus propuestas priman los sentimientos; hay una búsqueda constante de elementos cuyo objetivo es alejar a los espectadores de la imagen fría y tradicional que tiene el resto del mundo de la cultura china. Son títulos en los que el ser humano solo es protagonista por lo que representa, no por cuestiones vinculadas con guerras o situaciones que se vinculan con un honor colectivo", aclara.

Mei Lanfang es el joven protagonista de "Siempre cautivo", un filme que órbita alrededor de un sueño operístico. Una de esas historias de carne y hueso que sirven para explicar cómo se modifican los comportamientos de una sociedad, en este caso cómo la ópera se ha convertido en un producto cultural de gran consumo: la proyección que tuvo Mei Lanfang en los años 30 es la respuesta a ese crecimiento. "Los tres primeros títulos -el próximo 24 de septiembre se programa "Confucio" (Hu Mei)- marcan mejor los criterios de la Quinta generación, mientras que en los casos de La montaña de Buda (Li Yu / 1 de octubre) y Ocean Heaven (Xue Xiao Lu / 8 de octubre) se percibe mejor ese mundo globalizado que quieren reflejar cineastas que ya se incluyen en la Sexta generación", concluye Clara Armas sobre un listado de películas donde los conflictos más terrenales o sociales dominan los guiones.