Siempre se ha dicho que las mujeres son mejores gestoras que los hombres. Además, que cuentan con más capacidad de diálogo y más "mano izquierda".

Estas premisas, que a primera vista pueden cumplir con algún estereotipo, se hacen realidad en la persona de Ruth Buendía, premio Brote Activismo Medioambiental FICMEC 2015.

La líder de la tribu asháninka de Perú recibió el año pasado el premio Goldman por la defensa de los valores medioambientales de su comunidad, la más numerosa del Amazonas, compuesta por unas 10.000 familias y que ha sufrido la invasión de terroristas o de empresas, apoyadas por la concesión de territorio asháninka por parte de los gobiernos.

Su capacidad de gestión y diálogo le han valido el reconocimiento internacional y ayer, el Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias le entregaba su premio Brote Activismo, que recogió en un acto en Garachico.

Ruth Buendía reconoce que este tipo de galardones "me abren puertas y hacen que mi mensaje tenga más incidencia en los políticos", asegura. No en vano, los reconocimientos que ha recibido han supuesto que haya recorrido diferentes partes del mundo: "Salir de mi tierra me ha supuesto abrir la mente y valorar lo que tengo allí. Recomiendo siempre a los miembros de la tribu que conozcan lo que tenemos fuera de allí", comenta.

En este sentido, manifiesta que resulta necesario mantener un equilibrio entre la conservación y el progreso, "un desarrollo sostenible. No siempre lo que tengamos en nuestra tribu y nuestras tierras será lo mejor. Hay que tener otras perspectivas y conseguir ese desarrollo sostenible".

Ruth Buendía hace referencia así a las inversiones que pueden realizarse en su territorio, que está localizado en los márgenes del río Ene, en el Amazonas, pero "siempre desde el respeto a los derechos humanos de los indígenas, al medio ambiente y la ecología". Hay que citar que gracias a su labor se impidió la construcción de dos presas en 2010 que suponían una agresión a los valores de conservación natural.

No obstante, su lucha y su gestión van más allá, ya que también debe encargarse de la organización y bienestar de su tribu como presidenta de CARE (Central Asháninka del Río Ene), en materias como educación, salud, gestión de los recursos o demandas y lucha por sus derechos ante las instituciones públicas.

Otra de sus batallas la representa la igualdad. Es la primera mujer que ejerce este cargo, una circunstancia que le ha traído algunas complicaciones. "La duda de mis hermanos hacia mi capacidad de gestión" ha quedado ya disipada, demostrándose que las mujeres son capaces de gobernar y gestionar. Desde 2005 es la líder de la tribu y se la conoce como "la guardiana de la Amazonía".

Ruth

Buendía

ACTIVISTA MEDIOAMBIENTAL