Cada vez que aparece en un escenario trata de pellizcar el corazón de los espectadores a través del flamenco, un arte que defiende desde sus posicionamientos más elementales. Un espacio en el que sobran las filigranas. Antonio de Verónica actúa hoy y mañana, a las 20:00 horas, en el Timanfaya en el Puerto de la Cruz. Con tanta naturalidad contempla su relación con este género que su hijo Azael ya forma parte del espectáculo. "¡Hay que ver cómo vive ese niño el flamenco! Con solo tres años ya se comporta como un mayor", cuenta orgulloso el bailaor malagueño. "A ese chiquillo nadie le ha obligado a querer el flamenco", incide el creador del espectáculo "Por derecho", que el 30 y 31 de octubre, a partir de las 20:30 horas, se representará en el Auditorio Infanta Leonor de Los Cristianos. "Azael lo vive desde que estaba en el vientre de su madre (Saray Cortés), pero cuando nació tomaba el pecho entre bastidores mientras actuábamos en Bilbao... Siempre digo que uno no elige el flamenco, sino que el flamenco te elige a ti", reivindica el bailarín para cerrar la que será la mayor atracción de esta puesta en escena. "Azael estará en el Puerto de la Cruz y la gente va a entender lo que digo cuando vea cómo siente ese niño el baile", afirma De Verónica.

"Por derecho" regresa al punto donde nació hace un año. El próximo viernes, Antonio de Verónica se pondrá al frente de una compañía integrada por Saray Cortés, Lina Vargas, "La Salinera", Marcos Heredia y Miguel Cortés. "Volvemos con el mismo espectáculo a petición del público. Lo hemos rodado por España y el extranjero durante más de doce meses y el próximo 16 de noviembre se despedirá en el Auditorio Cervantes de Málaga en una cita en la que contaremos con la colaboración de Farruquito", desvela el creador andaluz.

De Verónica no rehuye el cuerpo a cuerpo cuando se analiza la evolución de un género que el respeta profundamente. "Tenemos que ser fieles a nuestros orígenes, pero adaptando el lenguaje al siglo XXI, es decir, no hay que hacer cosas raras, pero sí que respiren modernidad. La gente que vaya a vernos debe tener como referente varios palos del flamenco, no solo la raíz. Eso sí, de ahí surge el resto", explica.

Antonio de Verónica considera que la mejor forma de disfrutar "Por derecho" es transmitir a los asistentes las claves de las alegrías, bulerías, soleás, solos de pies, solos de guitarras, tangos... "La Salinera no mueve los pies, pinta auténticos cuadros como si los estuviera pintando Picasso", elogia sobre el largo recorrido de una artista que ha compartido escenarios con Antonio "El bailarín" o Paco de Lucía.

"Las palmas de los espectadores hay que arrancárselas porque las sientan de verdad", declara un artista que ha compartido cartel con Estrella Morente, Antonio "El Pipa" o Miguel Flores Quirós, "El Capullo de Jerez". Experiencia y juventud. En torno a ese equilibrio le gusta edificar sus proyectos un artista que no obvia que "le gusta tener gente experta detrás de él. No gente vieja, sino gente con muchos años al servicio del flamenco que sienta que todavía tienen muchas cosas que decir en un mundo en el que se percibe una corriente renovadora. El flamenco no tiene edad, ni tiempo, ni adornos", enumera.

Y es que De Verónica está convencido de que "los adornos no son necesarios para llegar al corazón de los espectadores. Cuando hablo de la sinceridad que debe expresar la gente que acude a un teatro o un auditorio me refiero a que el flamenco es un arte que no tiene barreras y que se muestra con toda su fuerza... A los campos tampoco se le puede poner cercados, ¿no?", se cuestiona el eje central de "Por derecho" antes de abordar un asunto relacionado con la evolución del formato que en los próximos días se mostrará en Arona.

"Esto no es una ciencia exacta, es decir, que aunque volvamos a Tenerife con el espectáculo "Por derecho" eso no significa que todo lo que va a pasar en el escenario sea un calco de lo que ya vieron los espectadores el año pasado", manifiesta el bailaor en su última reflexión. "Cuando aparece el duende que llevas dentro el flamenco fluye en libertad y es algo indomable. El canto, el baile o el sonido de una guitarra es distinto en cada función. Eso no se puede programar. Sobre todo, porque los sentimientos no son algo matemático", concluye De Verónica.

Antonio de Verónica

Bailador / Protagonista de "Por derecho"