Gabriel García Márquez y su realismo mágico fueron tan omnipresentes que, según dijo hoy la escritora también colombiana Piedad Bonnett, "encajonaron" la literatura latinoamericana a ojos del mundo.

"Empezaron a pedirnos que todos escribiéramos realismo mágico", señaló Bonnett durante el simposio "Gabriel García Márquez: su vida y legado", que acoge la Universidad de Texas en Austin (EEUU) con motivo de la apertura del archivo personal del nobel.

Según la autora colombiana, García Márquez tuvo un estilo muy único, escribió de una "realidad distinta" y "con el periodismo como maestro", además de irrepetible: "Inaugura un mundo y lo cierra", subrayó.

"La Colombia que presenta García Márquez es la Colombia premoderna, donde imperaban unos valores que no estaban impregnados por el valor del dinero. Está muy patente en ''El coronel no tiene quien le escriba'', perfectamente equiparable con ''El Quijote'', son hombres que despiden una época que ya no va a volver", afirmó Bonnett.

"Como (Miguel de) Cervantes en ''El Quijote'', nos despide de un mundo y nos alerta que el mundo de la modernidad se abre para los demás y que eso es irreversible. Con tristeza y con ironía, porque sería muy ingenuo querer sostener ese mundo", defendió la escritora, poeta y ensayista.

Para Bonnett, fue en 1948, después del levantamiento conocido como el "Bogotazo", cuando García Márquez "comprendió" que su realidad, la caribeña, "era totalmente distinta a la bogotana" y que, además, "él tenía que contarla con ''cara de palo''", el mismo tono que utiliza el personaje de Úrsula en "Cien años de soledad" y que ejemplifica su fabuloso realismo mágico.

"García Márquez dijo una vez que los escritores del genero colombiano ''la novela de la violencia'' se concentraban en los muertos, violados y decapitados pero no en lo que realmente importaba, que eran los vivos, esos que estaban sudando miedo en sus escondites", comentó Bonnett, al definir una de las claves de su grandeza.

Según ella, "lo renovador de García Márquez fue la manera de mostrar esa historia de Colombia. Ese pasado que le correspondía de manera muy particular".

"Lo había oído de labios de sus abuelos: las historias de la compañía bananera, de la Guerra de los Mil Días. Se le ocurrió escribir algunas de esas historias en ese estilo que la academia luego tituló realismo mágico", concluyó.

El simposio, que reúne a importantes escritores latinoamericanos, empezó este miércoles y se clausurará mañana, viernes.