La soprano tinerfeña Raquel Lojendio continúa poniendo notas de color a su carrera artística. En esta oportunidad incorpora a su currículum el debut en el teatro Verdi de la ciudad italiana de Trieste, encarnando el rol protagonista de Donna Anna en la ópera de Wolfgang Amadeus Mozart "Don Giovanni", bajo la dirección musical de Gianluigi Gelmetti.

La intérprete isleña viene representando este personaje en una nueva producción del teatro Verdi, montaje dirigido escénicamente por Allex Aguilera, desde los pasados 30 y 31 de octubre, que repetirá el miércoles, día 4, y cerrará el 7 de noviembre.

Lojendio afronta este reto profesional en un curso repleto de notables compromisos que culminarán con su actuación junto a la Filarmónica de Berlín, dirigida por Juanjo Mena, en mayo de 2016.

Recientemente, la cantante lírica ha actuado junto a Forma Antiqva y Aaron Zapico en el Festival de Música Sacra de Bogotá, en un programa coproducido por ese festival y el Centro Nacional de Difusión Musical.

La presencia de Raquel Lojendio en el elenco que conforma la producción de "Don Giovanni" en Trieste resulta especialmente significativa, por cuanto esta obra se inscribe como lo más destacable del calendario del teatro Verdi, así como también por el hecho de que la soprano tinerfeña figure en el reparto estelar que se eligió para interpretar la "premiére" del pasado 30 de octubre, con la que se inauguraba la temporada del que está considerado como uno de los principales teatros de ópera de Italia.

La prensa de la ciudad, en concreto el diario Il Piccolo, se hacía eco de esta producción lírica con encendidos elogios, refiriéndose a "una gran gala" que inauguraba la temporada musical en la ciudad o en términos como "un agradable regreso".

En esta ópera bufa en dos actos, la soprano asume el papel de la hija del comendador, una mujer vejada por Don Giovanni. Se trata de un personaje con claros tintes dramáticos para una soprano que, por tal condición, se ve en la necesidad de dominar las "notas picadas".

En opinión de los críticos musicales, este rol de Donna Anna exige un tipo vocal "no muy común", de gruesas cuerdas vocales capaces de producir "notas largas y dramáticas", lo que por el contrario disminuye la flexibilidad y las capacidades acrobáticas de la voz.

En este sentido, está catalogada como "una de las categorías más raras", con dramáticas coloraturas; literalmente, sus intérpretes se consideran "una raza aparte", y así se define a quienes se caracterizan por "esa enorme capacidad de cantar con agilidad".

Gran liederista e intérprete del repertorio sinfónico coral, Raquel Lojendio es, asimismo, una consumada cantante de ópera, como lo demuestra la larga lista de roles que ha encarnado hasta ahora: Pamina, en "Die Zauberflöte"; Zerlina en "Don Giovanni"; Violetta, en "La Traviata"; Nanetta, en "Falstaff", entre otros, a los que el pasado mes de septiembre añadió Ortlinde, en "Die Walküre", de Wagner, representada en la Ópera de Oviedo.

Para finalizar el año, Raquel Lojendio cantará, el próximo 18 de diciembre, la "Misa en Fa menor", de Brückner, con la Sinfónica de Navarra y el Orfeón Pamplonés, dirigidos por Juanjo Mena.