La escritora y filóloga mallorquina Carme Riera aceptó ayer el Premio Nacional de las Letras y señaló que se siente merecedora de este reconocimiento, porque premia una trayectoria de 40 años, en los que ha trabajado y trabaja mucho para no mirarse "en el espejo". La propia Riera recordó que, cuando se dirige a sus alumnos, les dice: "Os habla un cadáver futuro, pero a vosotros os pasará lo mismo". El premio reconoce, a decir de la premiada, su trabajo "tanto en la literatura, en la enseñanza como en el ensayo".

No piensa Riera que la literatura catalana esté mal representada en este premio: "Soy el octavo autor (en cantalán) desde 1984, en 31 años: no es una proporción mala"; en cambio, "sí hay pocas mujeres en esta lista, sólo cuatro", después de que lo recibieran Rosa Chacel, Carmen Martín Gaite y Ana María Matute. "Las mujeres no hemos conseguido una situación de normalidad, algo que no solo pasa en los premios, sino también en la universidad solo el 14 % de los catedráticos son mujeres, en las multinacionales y en la propia Real Academia", dijo.

Riera cree que se debería "separar a los políticos de las personas" y en un tono más grave ha calificado la situación actual que se vive en Cataluña de "complicada y ridícula". No tiene ningún problema en decir "alto y claro" que no es independentista, y "el impasse en el que vivimos es un momento ridículo, porque el presidente en funciones (Artur Mas) no ha dado la cara, se ha colocado el cuarto en la lista electoral y ahora, por gobernar, está haciendo el ridículo".

Considera que la literatura gallega, vasca y catalana debería ser más conocida en todo el país, pero no cree que por escribir en catalán sus autores sean rechazados automáticamente.

En el mismo acto, su editora actual y antigua alumna suya, Pilar Bertrán, tuvo palabras para dos de sus editores que ya no están y que se alegrarían de este premio, Isidor Cònsul y Josep Maria Castellet, a los que Riera añadió una tercera persona, su agente Carmen Balcells. "Me dijo que, cuando se muriera, no me preocupara, que ella haría milagros, y de hecho lo ha conseguido: primero, con el Planeta a Alicia Giménez Bartlett y ahora a mí, con el Nacional de las Letras; seguro que ha sobornado al jurado", bromeó. Riera trabaja en la actualidad en una nueva novela, de la que no ha querido avanzar nada, si bien ha anunciado: "No tiene nada que ver con todas las cosas que había hecho hasta ahora y espero entregarla a la editora en 2016".

También prepara un ensayo, continuación de cosas que ha hecho, "desde los escenarios de la memoria", sobre personajes que conoció como José Agustín Goytisolo, Carlos Barral y Jaime Gil de Biedma. Riera tuvo palabras también para criticar el nivel educativo con el que llegan sus estudiantes a la Universidad: "Hace diez años que no puedo enseñar a mis alumnos, porque no tienen referentes, después de que la literatura desapareciera del bachillerato y quedara reducida a dos horas en la Primaria". En ese punto, no tuvo más remedio que contar anécdotas que ilustran este desconocimiento: "Cuando digo que Blas de Otero entró en el PCE, se quedan alucinados, porque creen que entraba en el PC, en un ordenador; o hablando del prepucio del Niño Jesús, que estaba distribuido en tres iglesias, hace unos años tenías que explicar lo que era el prepucio y hoy has de explicar quién es el Niño Jesús". ironizó la Premio Nacional.