Sus paredes "destilan" música: la que ya sonó y la que aún está por venir. Mientras llega ese momento, los instrumentos aguardan en medio de un silencio monacal el cambio de rol del hotel "Buen retiro" de Güímar. La mansión ubicada en Chacaica que fue propiedad de la familia Delgado-Trinidad, la misma que en la actualidad ocupan miembros de la saga Díaz Delgado, se quiere transformar en una casa museo de la música y en un espacio cultural abierto a otras formas escénicas como la danza, pintura o teatro. "Nuestra intención es que la base sea musical", especifica Mario Díaz antes de dejar claro que "la idea es edificar un museo que respire vida", cuenta en presencia de su hermana Elsa.

Esta iniciativa se encuentra en la actualidad pendiente de concretar los permisos municipales que se requieren para su apertura como centro de audiciones. "Desde 1991 hemos ido acometiendo una serie de medidas para evitar que la edificación sufra un mayor deterioro", dicen Elsa y Mario sin obviar el gran impulso que le ha dado a esta iniciativa la alcaldesa de Güímar, Carmen Luisa Castro. "Nos está dando mucho respaldo institucional para convertir esa aventura en realidad", admiten dos hermanos que, a su vez, cuentan con la colaboración de Mirian Díaz. "Nada de lo que estamos realizando hubiera sido posible sin la intervención de nuestro padre, que fue el que adquirió la propiedad", sostiene Mario. Otro de los propósitos que se quieren cubrir en cuanto se obtengan los permisos es crear la atmósfera que se vivía en las "shubertiadas" (citas en las que se comía, bebía, charlaba y, sobre todo, en las que se escuchaba música. "Lógicamente buscaremos una programación clásica, pero trataremos de abrirla a otros campos más contemporáneos", puntualiza Mario.

Pianos (algunos en plena fase de restauración), un virginal, una pianola, un armonio... El "Buen retiro" es un espacio que rezuma música. "Puede que solo sea una casualidad, pero este dato es un elemento más que habla del sentimiento musical que se percibe en este lugar: la casa se terminó de construir el mismo año en el que murió Mozart (1791)", exalta Mario Díaz mientras improvisa pequeñas composiciones en los distintos instrumentos que ocupan el salón de audiciones. "Se van a quedar aquí porque queremos realizar un viaje muy didáctico por distintas épocas", precisa un músico que estudió violín.

Mario Díaz se propuso aprender a restaurar piano. "No sabía dónde aprender y empecé casi de una manera intuitiva. Los pianos no están al cien por cien de su fiabilidad, pero tampoco los fuerzo demasiado... Los que se encuentran en un estado de conservación más delicado los uso para las partituras de segundos tiempos de Beethoven... Hago lo que puedo, pero todos se pueden tocar. Eso es lo bonito de un museo que quiere transmitir una sensación de viveza", destaca de un proyecto que ya se está promocionando en Facebook. "De alguna manera queremos que este espacio lo puedan utilizar los creadores que busquen mostrar sus habilidades musicales o en otros campos", reivindica Elsa sobre los planes de futuro a corto plazo que se pueden ejecutar en una hacienda que ocupa más de 10 mil metros cuadrados.

Vea aquí la información desarrollada en El Día TV en relación a la mansión Buen retiro de Güímar.