Desde hace tres años, cada mañana su mirada enfoca el paisaje de la ciudad de Los Angeles. Cuando decidió fijar residencia en la mítica "meca" del cine ya estaba asumiendo de manera intrínseca su condición de "emigrante", como tantos otros, un tipo en busca de un "futuro profesional y personal".

Esta apuesta tiene su plano positivo, por "las posibilidades que se abren", pero también un ángulo negativo, en referencia a la enorme competitividad, señala Juan Carlos Falcón (Las Palmas, 1969), cineasta por vocación que lograba el premio de la Sección Canaria en la X edición del Festival de Cortos de La Orotava por su trabajo "Número 2: si yo fuera Marilyn", según la votación del público y que ayer sumaba premio en el Festival de Ajalvir.

Con un bagaje y reconocimientos nacionales e internacionales, este creador admite que "el mundo del corto representa, al menos al inicio, un trampolín y una escuela", si bien con el paso de los años y el progresivo aprendizaje resulta lógico aspirar a "objetivos mayores".

Todo lo que envuelve a este género sabe a "pasión", a esfuerzo y complicidad, "es lo más parecido al arte puro", explica el director, quien confiesa que esta historia surgió a partir de una "anécdota que me comentó un amigo" y que creyó original hasta que al compartirla con su entorno cayó en la cuenta de que "no se trataba de algo nuevo", sino una leyenda urbana.

La cinta habla de Clari, la protagonista, que decide salir una noche y liarse con el hombre al que su amiga citó por internet, al que va a dejar plantado. Clari pasará la noche con él, que insistirá en volver a verla.

En el fondo se relata la "necesidad de encontrar el amor a cualquier precio", describe el cineasta, quien sostiene que de igual manera que en el cine se adaptan novelas, hechos históricos o casos reales, "por qué no una leyenda urbana", además con el propósito de "montar algo divertido y entretenido, sin mayores pretensiones".

No olvida el trabajo de los actores y actrices, caso de Raquel Pérez, a la que define como "mi musa", junto a los papeles de Andrés Velencoso o Yaiza Guimaré.

El corto ganador en La Orotava ya ha recorrido festivales desde Los Ángeles hasta Chile, Colombia y Argentina, pasando por diferentes puntos de Europa, además de presentarse en certámenes españoles.

Juan Carlos Falcón reconoce que el largo "La caja" (2006), adaptación de la novela "Nos dejaron el muerto", del canario Víctor Ramírez, una cinta con la que cosechó hasta quince galardones en certámenes nacionales e internacionales y el reconocimiento de crítica y público, representó en su carrera un punto de inflexión.

Ayer se encontraba en Madrid trabajando en la postproducción de su segundo metraje, "People you may know", rodado a lo largo de este año entre Los Angeles y Madrid, que espera pueda proyectarse a principios de 2016. "Se trata de una historia actual, basada en las relaciones personales y los conflictos que se generan entre cuatro amigos".

Desde la distancia considera que la política de incentivos fiscales al rodaje que se ha implantado en las Islas representa "un gran acierto" y el resultado parece evidente por la "gran cantidad de producciones" que se están localizando en el Archipiélago.

Ahora se necesita ir construyendo historias alrededor de ese sólido "argumento" y así afianzar una imagen definida, una foto fija del audiovisual canario.

Juan Carlos Falcón

cineasta