Tiene dificultades para encender un cigarrillo con el único brazo sano que Ron Howard le ha habilitado al personaje que interpreta en la película "En el corazón del mar". "Me han dejado un poco manco", avanza el actor y director catalán Jordi Mollá (1968) antes de que una asistenta de producción le ofrezca

fuego. "Thank you", responde al tiempo que se desabrocha una pieza de su vestuario -un enganche que le inmoviliza la articulación- para afrontar con mayor comodidad un rápido interrogatorio junto a un poblado marinero que se ha construido en la costa de Puerto de Santiago (La Gomera). "Es un papel muy pequeño, pero tiene cierta consistencia", precisa sobre una producción que esta semana "atraca" en la cartelera cinematográfica.

¿Cuál es su rol en "En el corazón del mar"?

Interpreto el papel de un capitán español que trata de dar caza a la gran ballena, pero que obviamente fracasa. Pierde un brazo y es el protagonista de una obertura muy potente... Él se convierte en el eje inicial de una película que nace envuelta en una hazaña. Es un marinero que desaparece en el más allá hasta que los marineros que centran la acción de "In the heart of the sea" deciden contactar con él para saber dónde pueden encontrar a este animal. Es un tío curtido que les puede ayudar en su deseo de saber hasta dónde pueden llegar para dar con la ballena blanca con la que se cruzó y que mató a seis de sus hombres. Es un papel muy pequeño, pero tiene su consistencia porque las dos o tres escenas están bien colocadas.

A pesar del momento tan inestable que vive el cine español existen superproducciones que están apostando por rodar en Canarias, ¿qué lectura hace de estos dos extremos?

Eso es bueno y malo. Hay razones técnicas que posibilitan este rodaje por las ventajas fiscales que ofrece la Film Commission. Que un equipo de trabajo de estas dimensiones venga de un sitio tan alejado a rodar a La Gomera, que es un lugar inédito, es maravilloso. Quiero suponer que esta ha sido una elección muy ventajosa porque si no se hubieran ido a otro lado. A pesar de la gran importancia que tiene acoger estos rodajes, hay que evitar que ocurra lo que les ha pasado a algunos países europeos: España no se puede transformar solo en un decorado de película porque su industria cinematográfica es buena.

¿Qué riesgos tiene convertirse en una empresa de servicios de Hollywood?

Los americanos ya se han dado cuenta de que en España existen muy buenos medios para producir cine. Actuar como una empresa de servicios no se debería ver como algo perjudicial si no se descuida el cine nacional, pero ese es un mercado muy distinto a este.

¿Cómo valora trabajar bajo las órdenes de Ron Howard?

Es un director increíble: parece que en lugar de películas rueda hazañas. Y mire que yo tengo unas cuentas gordas en mi trayectoria. Ron Howard tiene una pasión por el cine admirable y aguantar ese ritmo es muy duro. Su apetito por esta profesión es insaciable.

"En el corazón del mar" parece un buen reclamo para volver a las salas de cine, ¿no?

Esta historia hay que verla en un pantallón de cine, no a través de la de un ordenador... No es lo mismo disfrutar con la ballena a un tamaño gigantesco que una miniatura más casera.

¿Cuáles son sus sensaciones tras participar en un proyecto tan literario?

A los amigos les cuento que estoy en la película de la ballena y ellos se interesan mucho por la trama. "In the heart of the sea" es una manera muy cinematográfica de decir que no vayas en contra de la naturaleza porque esta pega un soplido y te tumba...