La Sala Mac acogió recientemente la presentación del poemario "Fogatas", obra del escritor y músico Roberto Cabrera (Santa Cruz de Tenerife, 1954).

En el prólogo, Antonio Arroyo Silva, profesor de Lengua y Literatura, señala que "se trata de fundar los recuerdos, el mestizaje en una amalgama de añicos que puncen desde tiempo ha. Y a este ahora del poema le corresponde estallar en esos 46 fragmentos que, como pequeños cantos poundianos, inauguran una vida escrita desde un coloquialismo de lo cotidiano.".

En opinión de Arroyo, esa vida se define "insular e insularia" y en ella se mezclan "los elementos canarios y caribeños, no precisamente de forma caprichosa, sino como un resultado de esa memoria, de ese trasvase que ha unido a los pueblos de ambas orillas no solo desde un punto de vista histórico, sino también lingüístico, sensorial y, ¡cómo no!, personal de nuestro poeta".

En este sentido, precisa el prologuista, Roberto hace hincapié en el fragmento IV en "la doble naturaleza de su quehacer poético, es decir, como si música y poesía fueran las dos caras de la misma moneda: Tárrega, venta paterna del barrio Duggi, observación de las clases de guitarra, aprendizaje avizor, conciencia de que en lo prohibido está el paraíso perdido, the lost paradise, Blake y la baquelita de la radio, sensualidad, desnudez, grito...".

Todo esto son "las fogatas de la infancia y la juventud que ahora reviven. Y las fogaleras que nos correspondan después del sueño de la lectura".

La obra se cierra con "Poemas de otoño", cuando esa estación llega "al árbol de hoja perenne de la poesía y de la vida donde el poeta se solaza a "contemplar su estado" y así traer ese jeito del recuerdo a un estado casi de plenitud.

En la contraportada puede leerse la siguiente reflexión: "Es un libro que encenderá los fósforos de nuestra conciencia. Se caracteriza por el uso magistral de la imagen que, por cercanas al poeta, se aproximan a los lectores como flashes. Su léxico fluctúa entre lo coloquial y lo culto, sin caer en lo folclórico ni en lo académico: todo surge con naturalidad, con ternura pero sin prejuicios del decir ni contenciones-distensiones moralizantes. Un lenguaje fronterizo, pues el poeta fluctúa entre un sistema de signos impuesto y todo ese desbordamiento expresivo.

Poeta y narrador, Roberto Cabrera se licenció en Filosofía y Ciencias de la Educación por la ULL, y ejerció como docente de Filosofía una treintena de años.

Comienza colaborando en la revista Semanal de las Artes del vespertino La Tarde. Funda las revistas literarias Menstrua Alba, Teresa en el Balneario, El buey de las estrellas, El Viejo Noray y El Vigía. También colabora en otras como Poesía, Liminar, Lúnula, Letralia, Cinosargo, Nexo, El Taller, Fetasa o Cuadernos del Ateneo.

Actualmente dirige la revista Acorde y la editora El Vigía y mantiene una sección de cultura en La Laguna mensual. Figura en varias antologías insulares e internacionales en poesía y narrativa. Músico y autor ha participado en los eventos culturales y musicales más destacados de las últimas décadas. Ha publicado: "Ídolos de bruma" (1979), novela; "Suicidio en Desolación Road" (1980), relatos; "Desangre libelular" (1981/2011), poesía; "Amor Mora Roma" (1986) relatos; "Viaje a Hero" (1989/2013), relatos; "La nube especular" (1989), novela; "Los lunares del césped (1999/2010), novela; "XXV Relatos" (2007), narrativa; "Pie de Rumbas" (2006), poesía; "Reflejos" (2008); "Drum Bass Canario" (2009) ensayo; "Al final de la costa" (2010), poemas; "Antología de la Poesía Canaria" (2011/2012) y "Fogatas" (2015).