"Rumba a lo desconocido" es el álbum que los hermanos Muñoz van a promocionar el próximo año en el Archipiélago. Estopa actuará el 7 de mayo en Tenerife (un día antes ofrecerán un concierto en Gran Canaria), una isla que a juicio de David "siempre ha entendido muy bien la música que hacemos", cuenta en el transcurso de una entrevista en el que pasado, presente y futuro se unen en unas respuestas en las que no existen líneas divisorias.

¿Poner otra vez el "cuentakilómetros" discográfico a cero le genera alguna sensación nueva?

Cuando estás orgulloso del trabajo que has hecho es más fácil promocionarlo. Este disco ha sido una grata sorpresa porque tras 16 años en activo hemos recuperado las raíces de la rumba rock.

¿Por qué regresan a la rumba?

Es el terreno en el que mejor nos movemos... En otros discos hemos experimentado con distintos géneros, pero al final la cabra siempre tira para el monte; esto es pura rumba.

¿Hace 16 años muchos creían que Estopa solo era un pelotazo o una moda pasajera?

Hasta nosotros mismos creíamos que iba a ser así (sonríe).

¿Tan poco confiaban en sus posibilidades de éxito?

No es eso, pero sí que nos preguntábamos con cierta frecuencia a ver cuánto íbamos a durar. Hace años que nos convencimos de que Estopa era algo más que una realidad.

¿Cuál es su versión respecto a los cambios que se han producido en estas dos décadas y media a la hora de comercializar la música?

A nosotros eso nos da igual a la hora de componer o diseñar un disco... Es cierto que las formas de adquirir la música han cambiado, pero Estopa sigue haciendo los discos como si se tuvieran que oír las canciones de la una a la doce.

Pero "Rumba a lo desconocido" suena a un viaje quimérico a un lugar en el que no se ha estado nunca, ¿no?

Más bien es un terreno que no ha sido demasiado visitado. Más allá de que en el pasado hayamos jugado más o menos con los ritmos característicos de la rumba, ver a más de 17.000 personas en el Sant Jordi significa que mucha gente está convencida de que estas canciones son bastante decentes.

¿Estopa nunca ha tenido problemas para vender o conquistar premios, pero cómo llevan lo de generar nuevas audiencias?

Las canciones son nuestra gasolina; sin ellas este coche no habría recorrido tantos kilómetros. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Eso es lo que no sabemos. Ahora es cuando retomamos un viaje en el que normalmente nos sentimos bien acompañados.

¿Esa gasolina les da para traer esta gira a Canarias en 2016?

Eso está dentro de nuestro itinerario... Canarias será el arranque de la gira de verano.

Antes de que arranque el tour veraniego llegará la gala de los Premios Dial -en marzo-, una cita en la que ustedes suelen ser unos "invitados" habituales.

La Cadena Dial siempre ha sido uno de nuestros mejores aliados; una cadena que lleva hasta el final la defensa de la música en español. Es un placer que nos tengan en consideración porque es un medio amigo.

¿Qué sensaciones le genera el público canario?

Nosotros nunca analizamos de antemano si un público tiene que ser más gritón que otro o si saltan más en Madrid que en Tenerife... A los conciertos vamos con la incertidumbre de no saber qué es lo que espera la gente de Estopa. Eso sí, el público canario siempre nos ha tratado como si fuéramos los Rolling... Estamos encantados del cariño que recibimos cada vez que actuamos en las Islas. No somos los Stones, pero en muchas ocasiones nos hicieron sentir algo especial.

La competencia, la crisis o las modas pasajeras... ¿Las complicaciones van en aumento a medida que pasan los años?

Cada disco que sacamos al mercado nos encontramos con uno o dos adversarios nuevos, pero al final siempre salimos ilesos (ríe). Que salga gente nueva es beneficioso para la música y en todos estos años aparecieron un montón de artistas o grupos que trataron de probar suerte con distinta fortuna. Estopa siempre está en la lucha: no queremos ser los number one, aunque tampoco el último de la fila.

¿Vamos, que no están por la labor de ser el farolillo rojo de la clasificación?

Trabajamos para que eso no ocurra. Eso no quiere decir que todo lo que hacemos necesariamente tiene que ser bien recibido. La primera intención es quedar satisfechos con el contenido de un disco y eso es algo que ocurrió con "Rumba a lo desconocido".

¿Hablar de un trabajo redondo es una obviedad o un atrevimiento?

No lo sé... Si es por la forma del CD, puede que sea algo repetitivo... Este disco nos dejo satisfechos desde el principio.