En el año 2001 dio con unos documentos inéditos que estaban en poder de Isabel Borges, una mujer vinculada a la familia Estébanez y emparentada con Teobaldo Power que tenía en su poder álbumes fotográficos y objetos asociados con el afamado compositor santacrucero. "Me dieron permiso para escanear y fotocopiar muchos documentos que por aquel entonces eran inéditos y los guardé en un CD", precisa Carlos García, autor del libro "Teobaldo Power. El genio musical de Canarias", en el prólogo de una entrevista en la que explica las causas que motivaron esta aventura literaria.

"Hay personas que están mejor capacitadas que yo para tratar la figura de Teobaldo Power, pero ese material me llamó la atención hace 14 años... Un día decidí aprovechar el contenido del CD para trabajar este libro", relata sobre una aventura que ha tenido un largo proceso de elaboración. "Más que por el contenido real del libro, lo que demoró esta publicación durante más de 14 meses es la indecisión que existe por apostar por proyectos culturales", reconoce sobre los preparativos de una edición que al final asumió el Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC) con los apoyos del Cabildo Insular de Tenerife y el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna.

Dividido en cuatro partes (biografía, un apartado específico a los "Cantos Canarios", un bloque al resto de su obra y el retorno de sus restos a Santa Cruz de Tenerife), "Teobaldo Power. El genio musical de Canarias" ofrece una interesante base fotográfica que se quiere mejorar, si las circunstancias son favorables, en una nueva edición en la que se intentará cambiar el formato para dar mayor protagonismo a esos documentos.

"Algunos de los papeles que aparecieron en 2001 estaban conectados con la vuelta a Tenerife de los restos de Power, treinta y nueve años después de su muerte. Hay unas facturas de la Compañía de Ferrocarriles de Madrid, que se hizo cargo de su traslado hasta Cádiz -la travesía marítima la cubrió la naviera Trasmediterránea-, o de Pompas Fúnebres", desvela García, quien denuncia cierto olvido en todo a un personaje de enorme calado social. "Fue el precursor de Albéniz, Granados o Falla, pero en casa se ha oscurecido mucho su obra... Si quitamos una calle en Santa Cruz de Tenerife y un par de esculturas elaboradas por Zaldivar, en su ciudad existen muy pocas referencias. Lo normal, o lo más lógico, hubiera sido que el Auditorio de Tenerife llevara el nombre de Teobaldo Power", critica justo antes de puntualizar que "uno de los apartados que van aparejados a este proyecto, presentado hace unos días en La Laguna, está orientado a la divulgación de la vida y obra de este genio en los centros escolares", concluye.