El paisaje convertido en objeto y el turismo transformado en un acto efímero son algunos de los conceptos sobre los que se sustenta la exposición "Turismo efímero. El diálogo iberoamericano", que se desarrolla hasta el próximo 20 de febrero, en el Espacio Cultural El Tanque de Santa Cruz. La muestra se podrá de martes a viernes, de 17:00 a 20:00 horas, y los sábados, de 11:00 a 14.00 horas.

Esta iniciativa, comisariada por el lanzaroteño Adonay Bermúdez, ha implicado a once artistas, dos de ellos en equipo, cuyas propuestas son videocreaciones e instalaciones que "intentan contar vivencias a través del objeto. Reflejar cómo vivimos en una sociedad tan artificial en la que si no tenemos el objeto de merchandising o la fotografía cuando viajamos parece que no hemos viajado".

La nómina de artistas que intervienen en esta experiencia, que ya ha visitado salas de Portugal, Ecuador, México y Mallorca, está formada por los artistas españoles Mateo Maté, Avelino Sala, José Ruiz, Luna Bengoechea, Nicolás Laiz Placeres, Juanli Carrión, la chilena Rocío Arévalo, el mexicano Guillermo R. Gudiño, los cubanos Celia y Yunior y el venezolano José Joaquín Figueroa.

Todos ellos han indagado en una serie de objetos que representan características de un lugar concreto, a los que han añadido ideas y sentimientos propios basados en sus experiencias, esas vivencias que se modifican con los años, aunque los objetos perduran.

"Lo que han intentado es representar espacios, lugares, por así decirlo, aplicados al objeto. En todas las obras que se exponen el objeto tiene una carga simbólica muy fuerte, como por ejemplo el valor que tiene una bandera, que no tiene el mismo significado hoy en día que hace treinta años. Los valores que van intrínsecos en el propio objeto varían dependiendo de quién los observe".

Las videocreaciones e instalaciones de estos artistas ahondan en distintas realidades que imperan en sus respectivos entornos, aspectos que reflejan a través de banderas, alimentos, o el atril de un presidente, mensajes cargados de ironía y metáforas. "Se habla de migración, las fronteras, el consumismo, o la relación comunismo versus capitalismo".

El español Avelino Sala (1972) presenta una bandera española a través de la cual muestra el valor efímero de la identidad nacional, ya que una vez desaparece el objeto pierde su significado. La chilena Rocío Arévalo (1974) propone unos paisajes comestibles que recuerdan los diferentes países por los que pasó su niñez.

El venezolano José Joaquín Figueroa (1986) refleja, a través de dos hamburguesas de McDonald''s, cómo el comunismo se come al capitalismo, en clara alusión a las relaciones entre Cuba y EEUU, mientras la madrileña residente en Las Palmas Luna Bengoechea (1984) usa el millo para recordar la relación entre Argentina y Canarias tras la Guerra Civil española y los envíos de cereal argentino para paliar la hambruna.

La imaginación de los participantes en la experiencia llega a tal extremo que el equipo cubano formado por Celia y Yunior (1985 y 1984) abunda en el concepto del cambio económico y político analizado a partir de la sustitución de los aparatos de aire acondicionado en Cuba.

Adonay Bermudez

comisario de la colectiva "Turismo efímero"