En esta época de ferrys futuristas, novedosos conceptos de barcos con cero emisiones y diseño de cruceros enteramente verdes, los arquitectos, con su poliédrica formación, no podían quedarse al margen. La arquitectura naval ya no es un trabajo exclusivo de los ingenieros, y lo que implica investigación básica y aplicada, diseño, desarrollo, evaluación del diseño y cálculos de un vehículo marino, o sea, el diseño general de buques, su construcción y lanzamiento son cosas que cada día abordan más y más arquitectos.

Si le preguntamos a Zaha Hadid cómo es o cómo será el superyate del futuro ella nos explicará que es un barco blanco con un diseño imponente y con una estructura esquelética tecnológicamente avanzada. La famosa arquitecta iraquí, con base en Inglaterra, y Premio Pritzker en 2004, se ha unido a los innovadores astilleros alemanes Blohm + Voss para crear una flota de seis superyates muy diferentes a lo que es habitual ver en cualquier puerto deportivo hasta el momento. Con sus curvas entrelazadas y su diseño de naves casi espaciales nos prepara para surcar, al menos con nuestra imaginación, las aguas abiertas de cualquier océano.

De la mano de los fabricantes turcos de barcos de alta gama Alen yacht, otro famosísimo grupo de arquitectos, Foster + Partners, ha presentado un yate a motor, de 68 pies, capaz de alcanzar velocidades de hasta 45 nudos. El buque es relativamente pequeño pero muy rápido y ágil y se llama "alen 68", sorprendiendo con su forma aerodinámica que proporciona un veinte por ciento más de volumen adicional disponible que otros yates comparables, gracias a un sistema de cápsula interna flexible. A diferencia de los accesorios típicos de otros barcos, este contiene unos muebles especialmente diseñados que no tocan el interior del casco, pero trazan los contornos de sus paredes con elegante cuero blanco. Es increíble pero tiene capacidad para hasta doce personas y a cada lado de la cubierta de madera, en la proa, dos sillones de tela negra se organizan con el fin de maximizar la flexibilidad con cabida para motos de agua entre otras cosas, y siempre que alguno se lo pueda permitir. Su estilo es muy deportivo y la vez chic.

Y aunque algunos ingenieros navales han entendido el reto, como Ivan Erdevicki con su ER175, un diseño influenciado por la exigencia de un mercado que se está moviendo hacia la implementación de la más nueva tecnología y soluciones cada día más verdes, sin embargo los arquitectos están ganando la batalla ya que diseñan con un plus de emoción llegando a enamorar con sus proyectos, pues a la razón ingenieril le añaden la emoción de la belleza. Cada vez es más habitual -y recomendable- que los grandes astilleros y empresas navales utilicen a arquitectos contemporáneos de calidad para sus nuevos diseños, como también ha ocurrido con una de los más bellos barcos de vela del mundo, de la marca Wally, el Esense, con su interior diseñado por la arquitecta francesa Odile Decq.

Me refiero al Esense 143. Puede que el nombre suene un poco cursi, pero cuando Wally Yachts hace un barco puede llamarlo como quiera, y lo cierto es que destaca por su esencia, llena de contención y atractiva delicadeza.

En esencia la concepción del espacio y el diseño han sido gobernados por el concepto de lo que Odile Deqc llama "experiencia de sensaciones", con una fluidez espacial y un gran dinamismo intrínseco de las líneas del barco y sus secciones.

La cubierta está hecha de elegante y ligeramente curvada teca, sin superestructuras voluminosas, mientras que todo el tren de rodaje está cuidadosamente escondido para mejorar la sensación del espacio sin comprometer la funcionalidad. Los camarotes están exquisitamente decorados. Odile lo diseñó para ocho personas y seis tripulantes.

Esense 143 es de fabricación italiana, de la maravillosa marca Wally, que no es la primera vez que apuesta por la arquitectura contemporánea de calidad, pero que, sin duda, en este ejemplo de Odile Decq ha creado un supermodelo en todos los aspectos elegante, impresionante, hermoso, seguro y tecnológicamente avanzado. Este barco es el que me encantaría ver pronto en el nuevo puerto deportivo del Puerto de la Cruz, en la isla de Tenerife. Ojalá.