La línea que separa al cantautor del poeta es tan delgada como el trazo de un bolígrafo sobre una hoja de papel. Esa es la frontera que establece Marwan (1979) entre su yo poético y el intérprete que este fin de semana actúa en San Cristóbal de La Laguna. "Me siento bienvenido en esta tierra de cantautores y poetas", explica un equilibrista de las palabras que suenan a música, hijo de un palestino y una española, que no se siente un extraño en Aguere. "A todos nos cambia el paso del tiempo; nos transformamos en función de unas vivencias que en mi caso intento explicar con la mayor sencillez del mundo", precisa en una conversación telefónica que se produce nada más aterrizar en la capital de España procedente de Costa Rica.

¿Su amigo el poeta sabe cuándo un verso debe acabar en un libro y cuándo en la canción de un cd?

Ahí no existe ninguna lucha porque es una cuestión puramente logística. Cuando tengo un bolígrafo y un folio, eso es un poema. Pero si hay un boli, un papel y una guitarra, entonces ya es una canción. La búsqueda sí que es un poco diferente. Cuando busco un poema me preocupo un poco más por retorcer el lenguaje. En las canciones, en cambio, intento ser claro y directo.

Según apunta un viejo maestro que aparece en las páginas de "Todos mis futuros son contigo" (Planeta), olvidar es el tiempo verbal más difícil. ¿Usted teme caer en el olvido después de lo que le ha costado llegar hasta aquí?

Olvidar lo que ha costado llegar hasta aquí no, pero es evidente que tanto en lo profesional como en mi vida personal ahora las cosas me marchan bien. No obstante, olvidar siempre es un tiempo verbal complicado.

En un folio confesó sentirse "invencible". ¿El poeta, el cantante o la persona?

Sentirse invencible no es fácil; siempre hay algo que te roza de lleno y ahí es cuando percibes que eres vulnerable. Ese es un sentimiento que a veces se confunde con la felicidad de una persona enamorada o un ser al que las cosas le están yendo bien. Mi confianza y autoestima en estos momentos es alta, pero también tengo mis cosas... No obstante, trato de mantener mis pies pegados al suelo.

¿Quién necesita más en estos momentos a quién: Marwan al universo que ha ido creando en los últimos años, o el público al artista que ya no es un desconocido en La Laguna?

Esa es una pregunta con compleja (ríe)... Yo no sé si ellos me necesitan, pero yo sí que quiero ese contacto. Siento que hay un cariño hacia mi persona que trata de compensar a través de unas canciones o unos poemas.

Su trayectoria está llena de deseos o "Sueños sencillos" que ha convertido en realidad, ¿pero le quedan muchas aspiraciones por escribir o confirmar sobre un escenario?

Las cosas que me pasaron cuando tenía 20 años ya las conté y las que ahora me ocurren con 36 aún las estoy viviendo. Uno siempre tiene la posibilidad de volver al pasado, pero las historias tienen su tiempo. Hay parecidos razonables, pero las diferencias son obvias.

¿Nada de esto habría pasado si se hubiera rendido ante ese no que tanto incomoda a los niños?

Yo he tenido la suerte de no recibir muchas negativas... Lo que pasa es que ahora todo parece más fácil, pero me lo he tenido que currar. Vender mil entradas para uno de mis conciertos es gratificante, pero también lo fue tener a 50, 100 o 200 personas en mis primeras actuaciones.

Su relación con el público, por ahora, es como aquella moneda de uno de sus poemas que cayó de canto, es decir, amor correspondido. ¿Ni cara, ni cruz?

No lo sé, pero entre el me quiere o no me quiere y esa dualidad que se crea con un sí o un no, yo busco un equilibrio para que la vida me sonría. Lo que no tengo claro es si eso es una moneda de cambio.

A pesar de estar en un registro distinto al de hace 10 o 15 años, su apuesta por la canción de autor es crítica y de denuncia social.

Los débiles son mi debilidad; sufro por quien sufre y es normal que esos ingredientes aparezcan en mis composiciones. Lo único que ha cambiado es que antes se denunciaban otras cosas. Los problema no desaparecen, pero se pueden disimular con otros.

Usted no es de los que elimina unas bragas o una frase áspera en una letra.

Si la poesía se trata con elegancia y respeto no tengo ninguna necesidad de esa censura. En mis canciones hay palabras que no suenan bien, pero que no tengo valor para esconder.

¿Lo que tampoco se puede ocultar es que su obra siempre es bien recibida por estas coordenadas atlánticas?

Quintando Madrid, Barcelona y Ciudad de México, que son los lugares en los que más afectos he recibido, en Canarias siempre me he sentido bienvenido. Esta es una tierra de grandes cantautores y poetas. Esa sensibilidad para aceptar un proceso creativo más elaborado me beneficia. Desde el principio tuve la certeza de que en las Islas la gente sabe disfrutar con las buenas palabras. Existe una conexión positiva que me empuja a regresar cada cierto tiempo.

Conciertos: 29 y 31 de enero.

Lugares: Paraninfo de la ULL y Aguere Espacio Cultural de La Laguna.

Horarios: 21:00 y 20:00.

Vea aquí el videoclip del tema "Un día de estos", interpretado por el cantautor y poeta Marwan.