Dos amigos, un par de cafés y un montón de temas que se filtran desordenados en una conversación que nace con el recuerdo a un conocido que se acaba de ir. "Irradiaba amabilidad, transmitía unos grandes conocimientos musicales y realizaba una labor importante en el Auditorio de Tenerife", destaca el tenor lagunero Jorge de León en torno al reciente fallecimiento de Carlos Vílchez Negrín, jefe de prensa del espacio cultural que gestiona el Cabildo desde el año 2003.

Tras agotar unos días de descanso en su puerto base, De León vuelve mañana a la actividad para cantar "Tosca" en Viena. Compartirá cartel con Plácido Domingo, en esta ocasión desempeñando el rol de director artístico del festival, y la soprano rumana Angela Gheorghiu. La semana que viene inicia los ensayos en Las Palmas de Gran Canaria de "Andrea Chénier" -canta el 23, 25 y 27 de febrero-, un encargo que ha posibilitado su regreso a la capital oriental del Archipiélago nueve años después. "Yo no creo en la existencia de vetos, pero sí en una serie de circunstancias que impiden que un proyecto se haga realidad. Lo cierto es que llevaba muchos años sin actuar en Las Palmas y mi retorno coincide con un cambio en la directiva del Festival", puntualiza un solista que está nominado junto con Juan Diego Flórez (1973) y John Osborn (1972) a los oscar de la lírica (Internacional Opera Awards).

"¿Ganar? Estar al lado de estos dos tenores ya es una victoria, pero ganar sería la confirmación del trabajo que he venido haciendo a lo largo de muchos años. Eso no significa que todo mi presente y parte del futuro dependa de conquistar este oscar de la lírica, pero no puedo negar que eso sería entrar por la puerta grande en el MET", sueña en voz alta en torno al contrato que lo va a colocar en la programación del Metropolitan Opera House de Nueva York en marzo de 2017; el mismo espacio que pisó por primera vez el pasado viernes el lagunero Celso Albelo como protagonista de "Maria Stuarda".

"Nueva York es un sueño reservado a los solistas que son muy buenos; es el premio al trabajo bien hecho... Solo hay dos maneras de llegar al MET: porque has demostrado tener una calidad que no se puede demorar en el tiempo o por una trayectoria que avala que estás capacitado para cantar allí. Celso acaba de experimentar una sensación que para un canario no se había producido desde que Kraus cantó allí. No deja de ser curioso que dos carreras que tienen unos repertorios tan distintos se emparejen constantemente en lugares tan emblemáticos para la ópera como Milán, Viena o Nueva York", precisa un intérprete que no oculta lo curioso que resulta que dos laguneros coincidan en un dossier operístico de la capital austriaca. "Él con Rigoletto y yo con Macbeth, pero juntos en Viena. De alguna manera estamos haciendo historia", defiende un tenor dramático que este año agotará varias citas muy relevantes en Berlín, Macao, Nueva Delhi, Viena...

Pero el 2016 viene con un rol de estreno para Jorge de León. "Este año debuto Un baile de máscaras (Giuseppe Verdi). Ese es otro atractivo antes de planificar el estreno en Nueva York -en el MET desembarcará con "Aida"-, que es una plaza apetecible para todos los que nos dedicamos a la ópera... Nunca estás listo para un rol, pero si la primera vez no te abuchean todo irá bien. Uno se da cuenta hasta qué punto puede hacer suyo un papel. Sobrepasar unos límites puede ocasionarte algunos problemas, pero siempre existe un margen para poder arriesgar". Precisamente el "Andrea Chénier" con el que el 23 de febrero debutará en la 49ª Temporada de Ópera de Las Palmas se convirtió en la lanzadera que impulsó su carrera. Ocurrió en el año 2010, coincidiendo con la programación de la composición de Umberto Giordano en el teatro Real de Madrid. "Yo no tenía que participar en esa ópera, pero Marcelo Álvarez cayó enfermo y me llamaron para realizar una sustitución. Víctor Pablo Pérez era el director musical y aquella oportunidad supuso un boom para mí. A partir de entonces llegaron los contratos que me llevaron a grandes teatros de Alemania, Austria, China, España, Estados Unidos, Italia, Japón...", recuerda el tinerfeño. Hace cuatro años, por ejemplo, se produjo su puesta de largo en la Scala de Milán. "Allí el público tiene tanto peso como los músicos y los cantantes y salir con vida de ese espacio tan maravilloso supone una proeza".

Jorge de León ha reconocido más de una vez que "salir victorioso" cuando se dejó llevar por su yo más atrevido lo acabó llevando a la posición de privilegio que en la actualidad disfruta en el panorama operístico mundial. "Un gran escenario no me genera miedo, pero sí respeto por la ópera y el público. De Nueva York, por ejemplo, no me asusta la crítica. Sé que es una de las más exigentes del mundo, pero no deja de ser menos cierto que tiene un gran peso en la opinión de los programadores... Muchas veces son ellos los que piden que un artista ya está listo para mostrarse en la ciudad. Celso estará experimentando estos días unas vivencias inolvidables. Me alegro de sus éxitos porque afectan a un montón de personas que forman parte de una generación que está construyendo un ciclo dorado para la ópera en Canarias. Hoy todo está más igualado que en el pasado y no es fácil conservar lo que ya te has ganado durante tantos años", reivindica.

"Un baile de máscaras", "Aida", "Madama Butterfly", "Tosca" y, por su puesto, "Macbeth" conforman el itinerario musical de un canario que avanza que se tomará el 2016 con cautela. "Es un año en el que incorporo un nuevo rol a mi repertorio y en el que tengo importantes citas firmadas -en su agenda se reservan huecos para el 2018-, pero en este mundo no sabes lo que puede pasar mañana", cuenta en relación a las inoportunas cancelaciones. "Se cancelan o modifican conciertos -óperas o zarzuelas- con más frecuencia de lo que el público cree. Ahí es cuando se activa la trastienda de este negocio en busca de un sustituto. Si el día a día te lo permite, es decir, si no andas metido en un proyecto de dos o tres semanas, puedes asumir el riesgo de ir a cubrir a un compañero a Milán, Berlín o Valencia, pero normalmente tienes planificado el año con mucha antelación y hay que seguir la lógica que marca una programación. A veces te dan la posibilidad de llegar antes de tiempo a un teatro en el que no has cantado nunca, pero ahí es cuando debes valorar si te la juegas en una representación o esperas para ir con más fechas", sopesa.

Fuera de carta, como posible guinda de este año recién estrenado, a Jorge de León le puede llegar un estreno en Sídney, con lo que se convertiría en el tercer canario en cantar en los cinco continentes, después de Kraus y Celso Albelo, quien actuó por primera vez en junio de 2015 para la audiencia australiana con motivo de la representación de "I Puritani" (Vincenzo Bellini). "Existe la posibilidad de hacer Rigoletto (Verdi), pero aún no sabemos si se hará este año o el próximo", avanza un artista que dice sentirse aún sorprendido por algunas de las cosas que le ocurren a diario. "Es un oficio tan absorbente que pierdes la noción del tiempo y del espacio geográfico en el que estás. Sabes que tienes que cantar Aida en Chicago ante tres mil personas, grabar esa ópera en formato 4k en el Teatro Nacional de Beijing o volver a Viena. Mentalmente ese ritmo de vida es frenético, pero claro que sigo alucinando con algunas cosas que me están pasando. También con otras que me entero una vez ya han sido rechazadas por mi agencia porque no eran demasiado viables", revela mientras saborea un café en casa.

"A Tenerife y, sobre todo, a las personas que me importan que viven en la Isla siempre las echo de menos, pero hace tiempo que decidí que no podía dejar de escapar esta oportunidad. Este es mi puerto base y sé que volveré para quedarme, pero ahora tengo unas obligaciones que me están reclamando en otro lado".

Y es que por muchos kilómetros que Jorge de León haya recorrido en la escena internacional, él no se siente blindado frente a ese factor sorpresa que él no controla. "No me puedo aislar de ese instante de pánico que llega antes de tener que respirar, pensar y decidir qué es lo mejor para mi carrera. Que te ocurran esas cosas es sinónimo de vida; no deja de ser emocionante que se acuerden de ti cuando surge un problema".

Antes de volar a Austria, De León realiza una reflexión que resume el peso que tiene todo lo que le está ocurriendo. "No sé si Viena continúa siendo para todos la capital mundial de la música, pero está cerca. Culturalmente es un arte que forma parte su identidad como país y allí se concentra buena parte de la historia de la música. Viena es mucho más que la ciudad de Sissi y de los grandes palacios. En sus calles se respira su majestuosidad y se observa con cierta normalidad el tránsito de los grandes maestros". A partir de la idea anterior florece una curiosidad que envuelve la relación que mantiene De León con uno de los mitos en la dirección de orquestas. "Tomarte un café con Metha es como realizar una masterclass impagable", concluye.

Vea aquí la interpretación de "Nessun dorma", de la ópera "Turandot", a cargo de Jorge de León.