Si malos son los tiempos para la lírica, como cantaba Golpes Bajos, el "cuadro" que ofrecen las artes plásticas a nivel insular no "pinta" mucho mejor.

Pongamos que hablo de Madrid, de un artista canario que decide trasponer las fronteras del Archipiélago para exponer fuera su obra. Pues bien, al pago del transporte y los seguros deberá sumar los impuestos aduaneros, de salida y entrada en territorio continental; asumir el IVA, si es que llega a vender alguna pieza, y volver a abonar tasas por lo que traiga de regreso a casa. "Los artistas canarios se han convertido en importadores y exportadores", subraya el diputado Pedro Quevedo, y las obras de arte se asemejan a tomates, y no de bodegones, precisamente.

Y es que el Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias, ese idolatrado texto, dificulta las posibilidades de desarrollo de la creatividad de los artistas canarios, al considerar su producción, a efectos de movilidad por el resto del territorio español y comunitario, como un bien comercial, no como un bien cultural. Eso, cuando la Unesco establece que los productos culturales no deben tratarse como si fueran bienes comerciales.

Ante tal "paisaje" no es casual que este colectivo venga reclamando una solución desde hace décadas, aislados como se sienten entre los estrechos márgenes de las Islas y con apenas posibilidades de proyectar su talento y creatividad hacia el exterior, una circunstancia que también afecta a los artistas foráneos que pretenden mostrar su obra en el Archipiélago.

Algunos creadores, mientras tanto, orillan la legalidad cuando "camuflan" sus obras en lienzos enrollados y los facturan como equipaje de mano, o bien en el caso más complejo de los escultores, incorporan a su valija personal piezas de pequeño formato.

Una de las últimas y groseras "manchas" la representó la noticia de que una sala de arte en Madrid ofrecía obras de artistas canarios de prestigio indiscutido a precio de saldo, una circunstancia que ha sacudido sensibilidades y ha provocado que algunas voces responsabilicen al Gobierno regional de fracaso en la promoción del arte canario en el exterior.

A propósito, Manolo González, escultor y tesorero de la Asociación Islas Canarias de Artistas Visuales (Aicav), sostiene que "hace falta voluntad política" para encontrar soluciones y, a manera de bosquejo, explica que "no se puede estar sujeto siempre a la servidumbre ni a la discrecionalidad" de un mecenas público. "Unos caerán, por otros que ganarán el amparo institucional; se primará la obra más o menos comercial...".

En un mercado artístico objetivamente raquítico, donde las salas de exposición sobreviven con enormes dificultades, sostenidas por la pasión de sus mentores, mientras la capacidad de resistencia se va mermando y no se genera un tejido creativo, parece que solo queda la melancolía.

las claves

El 12 de noviembre de 2013, el PSC presentó una Proposición no de Ley (PNL) al Parlamento, que se aprobó por unanimidad, solicitando al Ejecutivo que negociara medidas con Madrid y la UE para acabar con las trabas aduaneras y burocráticas del REF sobre libre circulación de obras de arte fuera del Archipiélago.

Las medidas establecían que las obras y proyectos canarios se considerasen bien de interés cultural en el nuevo marco económico y fiscal; que en la mesa de diálogo figurasen portavoces de los artistas y que el Gobierno canario asesorase en los trámites.

El Congreso de los Diputados aprobó el 11 de marzo de 2014 una PNL que instaba al Gobierno a considerar la producción artística canaria como bienes culturales, y no como bienes comerciales o de mercado, a los efectos de su libre circulación por el territorio. El acuerdo lo refrendó el Senado el 21 de abril de 2014.

31.000 euros puede costarle a un artista canario llevar su obra a la Península, según Leopoldo Emperador, escultor, académico y presidente de Aicav.

Las jornadas "Aduana y arte en Canarias", de marzo a mayo de 2015, apuntaron la posibilidad de crear un IVA diferenciado y la reforma del IGIC.

El 21 de mayo de 2015 las fuerzas políticas canarias firmaron un pacto en el que asumían el compromiso de poner fin a la situación de agravio de la producción artística canaria

En junio de 2015, y en respuesta a Pedro Quevedo (CC-NC), el ministro Montoro señalaba que el problema radicaba en que Canarias quedaba fuera del ámbito del IVA, por lo que la circulación de obras de arte debía cumplir unas obligaciones y era preciso armonizarlas con la UE. El diputado nacionalista, que se lamentó de la ocasión perdida al no incluir este asunto en el REF fiscal, sentenció con una frase que resume el estado del tema. "Pocas veces se ha producido tanto consenso con tan pocos resultados".