Tom Burns Marañón, autor de numerosas monografías sobre la política española de las últimas décadas, cree que "estos próximos días y meses van a ser de una enorme importancia en la historia de España", ya que lo que hay ahora, "a los 40 años de la muerte de Franco, es el umbral de una segunda transición".

Burns, que presenta hoy en Cádiz su última obra, "De la fruta madura a la manzana podrida", cree que el voto del 20 de diciembre que expresaron los españoles es "el rechazo a la manera de hacer política que surge de la Transición", que aboca, de forma irrefutable, a un gobierno de coalición, "absolutamente distinto a lo que hemos tenido hasta ahora".

Tom Burns (Londres, 1948), nieto de Gregorio Marañón, es licenciado en Historia Moderna por la Universidad de Oxford y se dedica al periodismo desde los años 70, época en la que se trasladó a vivir de forma definitiva a Madrid.

Vivió la Transición muy de cerca como corresponsal en España de la Agencia Reuters, lo que le llevó, años después, a escribir tres tomos de conversaciones sobre el entonces rey Juan Carlos I, el socialismo y la derecha, en los años 95, 96 y 97, respectivamente. Acabó profundizando en la figura del soberano con "Juan Carlos I"(2003) y "La monarquía necesaria" (2007).

En su último lanzamiento hace un análisis de cuál fue la labor en la Transición de los jóvenes reformistas del régimen, cuya cabezas más visibles fueron Adolfo Suárez y Rodolfo Martín Villa, la figura de Torcuato Fernández-Miranda y de "cómo tiraba del carro don Juan Carlos".

"Lo que me pregunto es cuándo decide don Juan Carlos apostar por la democracia a la muerte de Franco y cuándo decide cómo va a hacer la transición", asegura.

"La fruta madura -en su opinión- es la metáfora que sirve para explicar cómo el deseo de libertad, de reconciliación y de normalización era absolutamente compartido e idealizado por todo el mundo".

Este ideario colectivo, a su parecer, ha desaparecido, ya que "hay una brecha que se abre entre el electorado y los dos partidos que se intercambian el Gobierno a partir de los años 80".

"En la primera transición uno insiste mucho en la concordia. Ahí había unas metas muy claras que eran la reconciliación, la normalización, la democracia, Europa... Es decir, no había desacuerdo en las cuestiones fundamentales", manifiesta.

"Hoy la cosa- matiza- es distinta. Ya tienes democracia, ya estás en Europa, la reconciliación está o no está pero existen unos problemas muy gordos derivados de la tremenda crisis económica, la desigualdad, el paro juvenil, un déficit público que es dificilísimo bajarlo, una deuda pública... Tienes problemas muy serios de otro orden, por lo cual es más complicado conseguir este consenso".

La fruta madura que propició la llegada de la democracia, y que cosechó, según Burns, el Rey es hoy la manzana podrida que se va fraguando desde las elecciones del 82.

"El gobierno del PSOE, que dura casi 14 años, instala una cultura política que se basa en el control del aparato, en la endogamia, en los aparatos cerrados y no hay ningún intento de lo que se llama la rendición de cuentas y transparencia. El Gobierno lo ocupa absolutamente todo: la judicatura, las administraciones públicas, las empresas públicas", afirma.

Después, según su análisis, el Partido Popular asume la misma cultura política del aparato que lleva a cabo el PSOE.

Por ello, los encargados de gobernar ahora, sean quienes sean, tienen ante sí el difícil reto de revertir la podredumbre en madurez, ha indicado.