Yul Ballesteros es uno de los grandes intérpretes de la música moderna en Canarias. Su guitarra está vinculada a la escena jazz desde hace años y poco a poco se ha confirmado como uno de los grandes valores de un estilo universal. Músico, compositor, arreglista y productor, Yul Ballesteros comenzó su preparación musical a los 10 años en Gran Canaria. Después de una estancia de tres años en Madrid becado por el prestigioso Berklee College of Music de Boston, en la que se graduó en mayo de 2007, Yul ha colaborado con músicos de la talla de Kevin Mahogany, Dave Samuels, Dick Oatts, Gary Versace, Dave Santoro, Ari Hoenig, Perico Sambeat o Joe Magnarelli, por nombrar algunos. Este sábado (11:00 h.) será el protagonista de la masterclass que la Asociación Mousike y el área de Cultura del Ayuntamiento de Gran Canaria ofrecen en el teatro Leal de La Laguna.

¿Cómo se inició en la guitarra? ¿Qué aconsejaría a alguien que esté empezando?

Empecé a tocar la guitarra cuando tenía 7 años. Había una guitarra en casa y empecé a investigar los sonidos que podía sacar de una forma totalmente autodidacta. Más adelante empecé a necesitar comprender qué relación tenían aquellos sonidos con una forma de expresión y ahí es donde entra la armonía, y comencé a estudiar de una forma reglada. Creo que lo más importante al empezar a aprender un instrumento es divertirse con él, por supuesto que hay que ser constante y dedicarle tiempo también, pero si no te divierte, acabarás dejándolo.

¿Qué ofrecerá en la masterclass de este sábado en el Teatro Leal de La Laguna?

Pues en la masterclass hablaremos principalmente de improvisación. No es solo para guitarristas, está orientada a cualquier instrumento ya que veremos formas de encarar una improvisación desde la base. Tampoco hace falta tener un amplio conocimiento del instrumento, ya que algunos de los conceptos se pueden aplicar sin saber nada de música.

¿Qué les pediría a los asistentes como condición previa?

La única condición previa es tener ganas de aprender. Algo que ayuda mucho es dejar la vergüenza en casa y arriesgarse a probar cosas.

¿Por qué cree que son importantes este tipo de encuentros didácticos?

Creo que representan una forma de aprendizaje muy interesante, tanto por la materia que se puede recopilar como también por los contactos que se llegan a hacer con otros músicos de nivel similar. Además, bajo mi punto de vista, también sirven para generar una motivación extra a la hora de estudiar, ya que puedes ver resultados a corto plazo.

Lleva muchos años relacionado con la música en Canarias. ¿Qué valoración hace de la situación actual?

La situación actual es muy parecida a la que hemos tenido que vivir desde que yo me dedico a esto... No veo demasiada mejoría, aunque es verdad que se está intentado hacer cosas. En cuanto a la calidad musical de la islas me parece que está muy por encima de la situación, existen muchos músicos canarios con un enorme talento, tanto en las islas como fuera de ellas desarrollando proyectos muy interesantes.

¿Qué cambiaría; qué intentaría mejorar?

Para empezar cambiaría las pautas de la educación. Desde el punto de vista institucional, mejorando la enseñanza reglada de música moderna y respetando las partidas que se deben dedicar a cultura. Y desde el punto de vista de los músicos preocupándonos de ofrecer proyectos que estén a la altura, así el público los valorará y asistirá cada vez más a los conciertos.

¿En qué proyectos está trabajando en la actualidad?

Actualmente me encuentro bastante centrado en mi carrera en solitario, aunque en Canarias tengo algunos proyectos que me gustan mucho y en los que siempre que puedo participo. Entre ellos está la Big Band de Canarias, la Gran Canaria Big Band o un dúo junto al timplista Germán López en el que fusionamos folclore con casi cualquier estilo de música.