Dar la voz protagonista a una mezzosoprano representa una de las audaces propuestas de la ópera "Werther", compuesta por el francés Jules Massenet y con un libreto basado en la novela "Los sufrimientos del joven Werther", de Goethe, paradigma del héroe romántico y la tragedia, que se estrenó anoche en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife.

Si bien siempre se destaca de esta obra el rol magnífico y vocalmente complejo que asume el tenor, con la constante referencia a la interpretación maestra del grancanario Alfredo Kraus, entre el elenco de este montaje de Ópera de Tenerife figura una joven cantante francesa, Antoinette Dennefeld, que ya fue Dorabella en un "Cosi fan tutte" que sonó en la Isla.

En la función de anoche asumió por primera vez en su carrera el papel de Charlotte, la principal voz femenina de la obra, gracias a que su tesitura le permite "interpretar papeles de soprano y de mezzosoprano", precisamente por la exigencia de alcanzar las notas graves que precisa la partitura.

Antoinette Dennefeld reconoce la dificultad de su personaje, "contradictorio y ambiguo", a medio camino entre la inocencia y la inmadurez, que se mueve entre el desconcierto, el temor, la norma social y la certeza del amor.

En ese contexto, el personaje de Charlotte también resulta anómalo vocalmente, sustituyendo el habitual protagonismo de las sopranos y su voz ligera por el registro de mezzosoprano, de timbre acaso menos delicado, pero que encierra sensualidades maduras y carnales.

A propósito, Dennefeld destaca "la coloratura y matices" que contiene la partitura de Massenet y, en este sentido, sostiene que "cuando la voz y el fraseo de los intérpretes no alcanza a expresarlo todo, ahí está la música del compositor para llenar el espacio con sus excelentes melodías".

En cuanto al desarrollo de la ópera, la francesa destaca especialmente su intervención en el acto tercero, donde Charlotte interpreta un aria a dúo con su joven hermana Sophie, uno de los momentos de más tensión dramática de la obra, después de haber cantado la famosa aria de las cartas, en la que relee con una profunda dulzura las misivas de amor que le envió al apasionado Werther.

La joven cantante admite sentirse "cómoda en la escena", ambientada en la sociedad norteamericana de la década de los años 50 del pasado siglo, una recreación que considera "adecuada" para mostrar los sentimientos de una mujer que mantiene una lucha sentimental consigo misma y con la imposición social.

En cuanto al proyecto musical de Ópera de Tenerife, Antoinette Dennefeld valora este tipo de iniciativas que abren "posibilidades" a jóvenes artistas. "Aquí he encontrado un grupo de personas que me ha ayudado a proyectar mi carrera", explica.

Y habla de un Auditorio mágico.

Antoinette Dennefeld

cantante

Escala ascendente

Nacida en Estrasburgo (Francia), Antonieta Dennefeld se graduó de la Haute Ecole de Musique de Lausana cosechando numerosos premios. En concierto ha protagonizado el "Gloria" de Vivaldi, "Stabat Mater" de Rossini, "Réquiem" de Mozart y "Dixit Dominus" de Haendel. También cantó la parte solista contralto en la "Pasión según San Juan" de Bach y el solo de soprano en "Pulcinella" de Stravinsky, además del papel de mezzo de Prokofiev Alexander Nevsky y también ha cantado Lieder de Knabenwunderhorn de Mahler. Desde 2009 ha llevado a cabo recitales con el pianista Lucas Buclin y en 2012 grabó obras de Poulenc, Aboulker, Lobo, Britten y Strauss. En la ópera ha sido Donna Elvira en "Don Giovanni"; la condesa de Ceprano y Giovanna en "Rigoletto"; Charmion en "Cléopatre" de Massenet y Dorabella en "Cosi fan tutte", con Ópera Tenerife, además de otros papeles. Más recientemente cantó Annio en "La Clemenza di Tito", en la Ópera de Montpellier, y Jean en la ópera "Manon", también de Jules Massenet, en Marsella. Después de interpretar por primera vez a Charlotte en "Werther", esta temporada tiene previsto volver a Lyon para ser Cunégonde en "Le Roi Carotte" de Offenbach, y debutar en la Ópera Nacional de París con la "Traviata" de Verdi.