Ayer estableció un símil entre la planificación de un atraco y cómo escribir una novela. "Las dos tienen cosas en común a la hora de pensar por adelantado qué es lo se va a hacer o cuál será el procedimiento", comparó el escritor y dramaturgo Ernesto Mallo en relación al encuentro que mantuvo en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, iniciativa que estaba en la agenda del I Festival Atlántico del Género Negro.

¿En qué se parecen esos dos procedimientos?

La novela policial está necesitada de una elevada dosis de verosimilitud, es decir, que las cosas que cuenta deben tener una sólida conexión con la vida real y cierta coherencia con las leyes de la física: los detectives no salen volando, carecen de superpoderes y tampoco recurren a cuestiones metafísicas o esotéricas para resolver sus casos.

Lo que pide la novela negra es realidad, ¿no?

A diferencia de otros géneros, la novela negra no puede escribirse al correr de la pluma, sino que tiene que obedecer a un plan deliberado.

¿Y crítica social?

No necesariamente debe estar la crítica social... Más bien lo que debe tener es descripción: narrar el estado en el que se encuentra la sociedad, cómo se maneja con el crimen, qué porcentaje de corrupción existe asociado con el poder... La crítica lleva implícita la idea de juzgar o condenar, pero ese no es el cometido de la novela negra. La literatura no debe opinar, pero sí debe dar elementos para que el lector opine.

¿Pero la novela negra puede sobrepasar líneas que el periodismo no se atreve a traspasar?

Yo colaboro de forma ocasional con los medios de comunicación, pero no soy periodista... El problema es que si un profesional de la comunicación realiza un trabajo en el que dice que el ministro fulano o mengano hizo tal cosa mal, las probabilidades de que acabe siendo denunciado son bastante elevadas, ¿no? Los problemas llegan en el momento de tener que probar lo que se ha escrito y, sobre todo, cuando un juez pida que revele sus fuentes... La novela es ficción, por lo tanto, no necesita probar sus fuentes y concede una mayor libertad al escritor. Una ficción es una mentira, es un invento...

En su primera intervención en el Festival Atlántico del Género Negro habló de Jorge Luis Borges. ¿Su compatriota es un universo?

Sí que lo es... Para mí es el mejor autor de las letras hispanas... Le tengo mucho respeto a su obra y siempre que me dan la oportunidad intento difundirla.

¿Hablando de difusión, como director del Festival BAN (Buenos Aires Negro) es posible que alguna conexión de futuro con el Tenerife Noir?

Ya tenemos lazos tendidos con la Semana Negra de Gijón o Getafe Negro y antes de marcharme anudaremos algún que otro vínculo con la gente del Tenerife Noir. En estos instantes estudio la posibilidad de que en España exista un certamen con el perfil del Buenos Aires Negro, además de un encuentro con los directores de los festivales de género negro que se organizan aquí. Sería algo así como la ONU de las creaciones más oscuras (sonríe).

¿"La aguja en el pajar" llegó en una fase crítica de su vida?

Esa novela la escribí en un instante crítico de mi vida y al final se convirtió en una gran ayuda para superar aquella crisis.

¿Además de ser un gran lector, un director de festival está obligado a conocer las reglas de la escritura?

¿Hay reglas para la escritura? No hay muchas... Ya que antes citamos a Borges, él dijo que "la narración policial vive de la delicada transgresión de sus propias reglas". La literatura, al igual que otras artes, está obligada a mostrarse muy transgresora: rompedora de tradiciones y de esquemas. Lo que tiene que tener un buen organizador es una alta capacidad de planificación y convocatoria. ¡Hombre! Es bueno que el director de un festival de cine sepa algo de cine, ¿no?

¿Su corralito y nuestra crisis han dado muchísimo juego al género negro?

El corralito fue una crisis deliberada; planificada para crear un nuevo reparto de la riquera. Esa es la misma crisis que vivieron en Europa. Aquello fue una fórmula que luego aplicaron aquí. Ocurre algo similar con los medicamentos. Primero los prueban en países del continente africano y después, si no se murió nadie o salieron unos hongos verdes en la cabeza, lo venden en el primer mundo. Esa es la primera regla del capitalismo y del imperialismo. Insisto. El corralitofue el ensayo previo a la crisis que se aplicó a Europa... España no está muy acostumbrada a sufrir estos golpes, pero en Argentina tenemos una de estas cada diez años.

Conferencia de Cristina Manresa

Cristina Manresa, comisaria de los Mossos d''Escuadra, dio ayer por la tarde una conferencia en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés en la que abordó el tema "Mujer Policía - Mujer Criminal". Este acto formó parte de la agenda del Tenerife Noir. /María Pisaca