María Teresa Lorenzo, consejera de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, reconoció ayer por la tarde “el papel tan decisivo” que ha desarrollado Candelaria Rodríguez al frente del FIMC, pero no obvió que “este cambio de modelo era inevitable”, incidió después de que el Consejo de Administración de Canarias Cultura enRed certificara el cese. “La gestión no se va a parar. De hecho, en unas fechas muy próximas daremos cuenta de la programación de la edición de 2017 que ya tenemos casi definida, a falta de unos pequeños detalles”, dijo en relación a una iniciativa que cuenta con una partida económica de 1,3 millones de euros procedente de los presupuestos del Ejecutivo regional.
Lorenzo se marcó como dos puntos prioritarios en este periodo de transición desarrollar un conjunto de medidas estratégicas y dar las pautas para la celebración de un concurso público para cubrir la vacante que deja Rodríguez Afonso.
“El FIMC no puede vivir alejado de los más jóvenes”, avanzó en torno a las medidas que se van a adoptar para generar nuevas audiencias. Ese flujo de nuevos “clientes” debe llegar, a juicio de la consejera, priorizando la presencia de un festival tan prestigioso en el ámbito educativo. “La idea es establecer unas alianzas pedagógicas que nos permitan ir moldeando a las personas que deben sostener este proyecto en los próximos años”.
Lorenzo, que no quiso valorar las palabras de la directora cesada sobre una posible traición, sí que puso sobre la mesa que la calidad del festival no se verá mermada por las decisiones que se tomen en torno al modelo de cambio que quieren instaurar. “En ese formato hay que darle más protagonismo a los músicos locales pero, además, nos tenemos que adaptar a una nueva realidad sociocultural con matices económicos en la que participamos todos: el festival no es propiedad de dos islas, sino de todos los canarios”, concluyó.