A las 20:33 horas acabó una espera que muchos de los jóvenes que acudieron anoche al concierto que Gemeliers ofreció en el Pabellón Santiago Martín de La Laguna habían iniciado con una quedada a las diez y media de la mañana en el aeropuerto de Los Rodeos. Acompañados de cinco músicos -un par de guitarristas, un bajo, un pianista y un batería- Daniel y Javier Oviedo aparecieron en el escenario ante el griterío de más de 1.800 adolescentes. Sí. Lo de ayer fue una explosión de juventud en mayúsculas.

Las chicas estuvieron en mayoría frente a los chicos. Con casi toda la cancha cubierta y agotado el primer anillo del recinto deportivo de Los Majuelos arrancó un espectáculo que fue tomando vuelo a media que los sevillanos fueron tirando de los temas incluidos en sus dos discos: "Lo mejor está por venir" y "Mil y una noche". Pancartas con leyendas -frases que se enlazaban con canciones como "No hay nadie como tú" o "Tan solo tú-, camisas serigrafiadas con la imagen de los cantantes, diadeas y coronas de princesas... Todo eso y mucho más se hizo visible en las filas más próximas a un escenario sobre el que los hermanos Oviedo "compitieron" por atraer el cariño de una audiencia que no se rindió durante la hora y media de concierto.

Como si de un guateque sesentero se tratara, en la fiesta pocos padres o tutores. Muchos menos de los que esperaban en el interior de sus coches el final de una jornada de Liga que generó otras emociones en torno al Real Madrid, Atlético o Barça. Y es que la primera actuación de Gemeliers en Tenerife fue un gran reclamo para muchos menores. No solo de Tenerife, sino los que se desplazaron de otras Islas.