El hall del Auditorio de Tenerife vibró ayer con la celebración del Día Mundial de la Danza, cuya magia se contagió a los cerca de seiscientos alumnos pertenecientes a las treinta y una escuelas de la Isla que se dieron cita para festejar esta efeméride.

El programa previsto comenzó pasadas las cuatro de la tarde con la participación de dieciocho centros, cuyos alumnos exhibieron su arte en la interpretación de diversas piezas coreográficas de distintos estilos, en las que volcaron su ilusión y los conocimientos adquiridos en las academias a las que asisten en sus respectivos municipios. Numerosos padres y amigos se congregaron en torno al escenario instalado en el hall del auditorio, en el que actuaron verdaderos artistas de diferentes edades (infantiles, junior y adultos), ataviados con tutús, monos y otras prendas propias del vestuario del ballet y la danza de distintas tendencias.

Hacia las seis de la tarde, hubo un merecido descanso en el que la fiesta se trasladó a la plaza Castillo, en donde se mostró el resultado de un taller de Jive que fue impartido por Tomás Hernández, de la escuela Tinerdanza, y un "Work in progress", en el que la compañía Tenerife Danza Lab presentó un adelanto de su nuevo espectáculo, "Kausa", que estrenará el próximo 12 de junio, en el Festival Internacional de las Artes del Movimiento de Tenerife (FAM).

También se leyó el manifiesto del Día Internacional de la Danza, este año escrito por el coreógrafo neozelandés Lemi Ponifasio. Tras este acto, continuaron las exhibiciones de las escuelas congregadas en esta fiesta en torno a la danza, que se prolongaron hasta pasadas las ocho de la tarde.