Sichuan es una provincia del sur de China. Su capital es Chengdu, que siempre ha atraído a poetas, pintores y músicos. Quizá sea el sol, como ocurre en otros sures del mundo o sus fértiles campos llenos de hibiscos y bambús, o las abruptas montañas del oeste con sus profundas gargantas que llevan al Tibet.

China tiene un sistema de montañas sagradas. Primero está el "Gran Nine", como también se le denomina, que se divide en cinco montañas sagradas para la antigua religión taoísta y cuatro montañas que son sagradas para el budismo, junto a otras muchas montañas en China, que son muy importantes para el taoísmo, neoconfucionismo y el budismo.

Luo Fu Shan es una de esas montañas que en esta zona de Sichuan se elevan rodeadas de una densa humedad durante todo el año, como si flotara entre las nubes, por lo que también se conoce como Lau Fau Shan.

La novela "Balzac y la joven costurera china" (2001), del escritor y cineasta chino Dai Sijie, transcurre en esta provincia de China. Y también en Sichuán está ambientada la obra del dramaturgo alemán Bertolt Brecht "El alma buena de Sichuan".

En medio de toda esa belleza se encuentra el hotel del que quiero hablarles hoy. Es un complejo de aguas termales de lujo construido alrededor de la citada montaña Luo Fu Shan. AIM diseñó primero, como suele suceder siempre en China, el "master plan", que incluía paisaje, arquitectura e interiores. Las diferentes funciones que tienen los diferentes tipos de edificios del complejo están situados de manera que cada uno puede beneficiarse de su entorno inmediato. Orientados al paisaje. A través de la cuidadosa selección de acabados naturales estos edificios van bien con los demás y el entorno que les rodea. Los interiores profundizan en este camino de conexión única con la naturaleza. En última instancia se trata de un complejo que busca la calidad de la experiencia humana en la naturaleza. Una pasarela de cristal envuelve una piscina geotérmica de vapor en el centro de este spa en medio de la China rural, mientras que las villas revestidas de madera crean los dormitorios entre la vegetación. Vicente de Graaf, Wendy Saunders, Leonardo Colluci, Allan Yang, Claudia Juhre, Zoe Zhu, Junio Deng, Andrew Irwin, Shelley Mock, Dongker, Liat Goldman y Ted Zhang formaron el equipo de diseño que se ocupó de todo este complejo. El uso de aguas termales para el bienestar y la atención médica es una práctica antigua en China. El diseño de AIM es un excelente ejemplo de cómo esta práctica se refleja en la sociedad contemporánea, particularmente en nuevas instalaciones para la clase media urbana. Con una arquitectura de alta calidad y un diseño innovador nos muestra el concepto de bienestar en la China actual. El complejo de aguas termales se encuentra a 50 kilómetros al oeste de Mianyang, la segunda ciudad más grande de la provincia de Sichuan, conocido en China como el lugar de nacimiento del famoso poeta romántico de la dinastía Tang Li Bai.

Varias piscinas al aire libre ofrecen una variedad de sensaciones, con diferentes concentraciones de minerales en el agua o diferentes temperaturas que intensifican la experiencia en el clima subtropical de la región, influenciado por los monzones.

Algunas de las piscinas son rectangulares, algunas están diseñadas con un diseño orgánico, otras tienen un techo como refugio, y otras están abiertas al cielo. Al moverse alrededor en el paisaje del balneario las perspectivas cambian y se abren al valle y las montañas cercanas, ofreciendo muchos puntos de vista del paisaje circundante.

Los materiales reflejan la estrecha y lograda relación de los edificios de los alrededores. Parte de las paredes están hechas de arcilla mezclada con guijarros, o de madera teñida. Sin embargo, el material núcleo es una piedra de río local, un conglomerado de terrazo formado por guijarros. Después de cortar el material en planchas, las piedras salen a la luz en varios tamaños y diferentes tonos de colores naturales. Esta piedra es utilizada en los interiores y exteriores para pisos, piscinas, sillas y bancos, canales de agua, muros de paisaje e incluso se inserta en el hormigón de las carreteras.

Las delicadas formas del spa hundidas en las raíces y la riqueza paisajística del lugar fueron posibles gracias a la colaboración con los artesanos locales y la incorporación de sus conocimientos en el proceso de construcción final. Pero sin duda hicieron falta también, como ocurre siempre, un cliente ilustrado y unos arquitectos inteligentes.