Está pensado para niños mayores de 3 años, pero Josep Mollà sostiene sin margen para la duda que "la trama y las partituras son tan envolventes que captan sin dificultad la atención de los de dos", certifica el productor y responsable de la dramaturgia de "Pinocho, un musical para soñar". Dirigido por José Tomás Chàfer, la propuesta escénica que este fin de semana se instala en el teatro Guimerá -la productora local Makaron Gestión y Proyectos Culturales ha posibilitado este estreno- está organizada a partir del texto original del periodista y escritor florentino Carlo Collodi. "Es un formato muy dinámico en el que se cuentan muchas historias cortas, pero intensas... De alguna manera conservan el formato de los relatos que se dieron a conocer en la edición dominical del periódico desde el que cobró vida Pinocho", destaca Mollà respecto al ritmo tan trepidante sobre el que circula un proyecto de teatro-musical que se estrenó en 2014. "La pieza ha funcionado bastante bien. En poco tiempo ha sido programada en grandes espacios teatrales -una de esas ubicaciones fue una sala de la Gran Vía madrileña- con buenas críticas, tanto en el apartado narrativo como visual. "Es una producción repleta de color y con unas escenografías espectaculares", desvela el portavoz de una compañía que en su nueva visita al Guimerá -el año pasado representaron "Aladín, un musical genial"- mostrará a los espectadores escenas tan llamativas como el crecimiento de la nariz del personaje principal o su estancia en el interior de una gran ballena.
Trencadís da forma a un universo paralelo por el que la famosa marioneta transita sin miedo con unos curiosos compañeros de viaje. La arriesgada curiosidad que atrapa al ingenuo Pinocho lo alejará de la escuela hasta conducirlo al teatro de marionetas de Stromboli. "Es un pequeño teatro dentro de un gran teatro", matiza Mollà en un instante de la conversación en el que aparece uno de los principios más aleccionadores del musical. "Que los niños conozcan que las mentiras ocasionan riesgos que no hay que correr es uno de los muchos mensajes que se repiten a lo largo de toda la representación", incide el productor un título que garantiza casi una hora y media de "diversión, fantasía y pedagogía", enumera el portavoz de la compañía peninsular.