Esta vez no tendrá que bailar ("Un paso adelante") o cantar ("La bella y la bestia"). Esta vez, la versión de Pablo Puyol (1975) es cien por cien teatral. "Dignidad", una aventura teatral creada por el guanchero Cuco Afonso, unirá el próximo sábado en el Guimerá -a las 20:30 horas- al actor y cantante malagueño con Ignasi Vidal. "Llevamos coincidiendo muchos años en distintos proyectos y mi capacidad para entenderme con Ignasi está más que probada", asegura el protagonista de un guion en el que se entremezclan ambiciones políticas y corruptelas. Puyol da vida en "Dignidad" a un candidato a presidente que es devorado por una espiral donde coinciden amistades y chanchullos. "El mensaje que se transmite al público está conectado con la idea de cómo el poder es capaz de torcer el alma de las personas hasta llevarlas a un terreno por el que no tenían previsto transitar", afirma un intérprete que ya coincidió con Vidal en el elenco concebido para "Póker de voces" y "Grease".

El concursante de "Tu cara me suena" (Antena 3 TV) considera que "por desgracia esta obra es de máxima actualidad y que en este caso la realidad supera ampliamente a la ficción", precisa sobre las noticias de corrupción que hoy inundan las páginas de los periódicos o deambulan por las redacciones de las cadenas radiofónicas o televisivas. "En Dignidad permitimos que los espectadores entren en un espacio que habitualmente está vetado para la mayoría de los mortales... Aunque sea una escenografía, los que acudan al Guimerá sentirán que están en uno de esos despachos desde los que se controlan este país", censura al tiempo que contempla con cierta esperanza el hecho de que "el teatro está recuperando la acidez y la crítica social del pasado. Hasta hace poco eso se había perdido, pero hay señales que indican que entramos en una dinámica más atrevida", exalta un intérprete que desempeñó distintos roles en series como "Los Serrano", "Esposados", "La que se avecina" o "Gym Toni".

Pablo Puyol se siente afortunado por contar con una agenda cargada de citas. "No me quejo del trabajo que tengo, aunque a veces me gustaría disponer de más tiempo para compaginar proyectos que no son viables porque coinciden en el tiempo", y añadió: "Este es el mejor canal que existe para provocar una conexión entre los actores y el público. Además, aquí no existe margen para el error. En el teatro no hay red, los espectadores se llevan a casa lo que ven en cada función", reivindica en un punto de la entrevista en el que el andaluz compara salir al escenario con lanzarse al vacío. "La duda de no saber lo que te vas a encontrar siempre está. Unas veces porque el actor no es capaz de transmitir su papel, o porque la persona que viene a verte tiene un mal día... Eso sí, cuando aparece ese vínculo se consigue un instante mágico". Sobre cómo está funcionando el teatro en la actualidad, Pablo observa "un cambio en las formas de presentarlo al público. Hay gente que sigue apostando por la tradición y otros que prefieren lo comercial, es decir, rodearse de caras televisivas para obtener buenos resultados. No siempre lo más conocido garantiza buenos resultados", concluye.