Ramón Lobo será uno de los grandes nombres en la jornada del domingo de la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife. Desde su visión de periodista experto en conflictos bélicos, este excorresponsal de El País presentará a las 12:00 horas su último trabajo publicado, "Todos náufragos".

¿Qué enseñanzas se pueden obtener en una guerra?

Se aprende lo esencial; qué significa vivir, la importancia de las pequeñas cosas y que hay personas estupendas que nunca llegan a los titulares. Las guerras son un espejo donde mirarse y averiguar quiénes somos en realidad más allá de la máscara. Los periodista tenemos un gran privilegio: el billete de vuelta a casa.

¿Por qué se decantó por la profesión de periodista en conflictos bélicos?

Soy periodista, reportero y he hecho y hago de todo. Ir a guerras fue una casualidad. Entré en El País en agosto de 1992, en la sección de Internacional. Era un periódico potente que enviaba a sus periodistas a los lugares donde sucedían cosas. Tuve la suerte de estar en el sitio adecuado en el momento oportuno.

Desde dentro, ¿cómo se vive está situación actual de inestabilidad periodística?

Con tristeza, como en todas las profesiones. Tristeza y miedo. Crisis es una palabra de etimología griega; significa ruptura, pero también oportunidad. Es el momento de ser audaces y de no renunciar a la esencia de la profesión: "Noticia es aquello que se quiere ocultar, lo demás son relaciones públicas" (Orwell). Abunda el corta y pega, es decir relaciones públicas. Es más barato, pero no es periodismo. Hemos acabado en el mismo bando de los políticos, el de los malos. Nos lo hemos ganado a pulso. Debemos ser la segunda profesión menos valorada detrás de banquero.

¿Cómo estructura usted la creación de un libro? ¿Cuáles son los pasos a seguir?

Primero la idea o la sensación, después dejarme llevar. En Todos Náufragos, que es un libro periodístico, una crónica de mi familia y de la España del siglo XX, hubo investigación y una cierta planificación sin renunciar a la aventura de escribir. Me encanta avanzar sin saber el puerto de destino. En ese dejarme llevar surge lo que tengo dentro. A veces es sorprendente.

¿Tiene algún autor actual?

Siempre regreso a Italo Calvino, a sus ciudades invisibles.

Háblenos de su libro ''Todos náufragos''.

Es una crónica latinoamericana: es periodismo con estructura y elementos literarios en los que no me he inventado nada. Muchos lo llaman "tu novela", no me quejo, pero creo que no es una novela aunque se puede leer como novela. Un lío. Lo mejor es navegar por ella y que cada uno saque tu propia conclusión. Mucha gente entra en contacto con su propia familia al leerlo. Eso me gusta, quiere decir que crece en los lectores.

¿Qué es lo que perdura en España desde entonces?

Más cosas de las que creemos. La estupidez es la principal.

¿Piensa que la política actual tiene la altura de miras suficientes como para gobernar un país como España?

La política está en manos de mediocres, aunque siempre hay excepciones. También hay personas honestas que hacen bien su trabajo. Los mediocres surgen de una sociedad mediocre que les vota, les consiente el robo y la mentira, y de los muchos de los periodistas que no nos levantamos ante una televisión plasma o le reímos las supuestas gracias a cualquier "portacoz" que no responde preguntas, solo vende eslóganes. El cáncer del periodismo español son las declaraciones. No hay hechos ni personas, solo palabrería. El político miente. Bien porque vive en la inopia y se cree que su mundo es la realidad, bien por mala fe.