Debutó en la dirección de largos en 2013 con una nueva versión de "Evil Dead", un clásico del cine de terror dirigido por Sam Raimi, quien, como productor, apadrina ahora a Fede Álvarez en su primera película propia, "No respires", con la que el director uruguayo pretende "dar un nuevo giro" a este género.

"Unos chicos que no son muy buenos, un poco malos, se dedican a robar casas en Detroit, pero se van a encontrar con alguien que es peor que ellos. Y eso siempre genera algo interesante", explica Álvarez (Montevideo, 1978) sobre la cinta, en la que "moralmente uno se encuentra todo el tiempo pasando de un lado para otro" y que se estrenará en España el 2 de septiembre.

"No respires" sigue a Rocky (Jane Levy), Alex (Dylan Minnette) y Money (Daniel Zovatto), tres jóvenes que elaboran una serie de planes para robar en casas con el objetivo de escapar de su "terrible" ciudad natal, Detroit.

En uno de los barrios fantasma de la ciudad más poblada de Michigan, los tres jóvenes encuentran una víctima, a la que a priori no debería ser difícil robar: un hombre ciego (Stephen Lang) con una pequeña fortuna, que resultará mucho más aterrador de lo que los tres jóvenes imaginaron nunca.

Quisieron explorar -él y Rodo Sayagues, con quien firma el guión de "No respires"- la idea ya plasmada en películas de "cuando uno invade la casa de alguien", algo que "siempre da miedo", porque "el espacio privado es algo sagrado".

Y "para darle la vuelta" a ese concepto, decidieron que, en lugar de hacer una cinta sobre "una familia" a la que le invaden la casa, serían los "personajes principales" los que protagonizasen esa "violación" de la intimidad, jugando con un cambio de rol "constante".

Otro de los aspectos que da "frescura" a la producción es que el personaje a quien invaden la casa es una persona ciega, porque, "en general, en las películas los ciegos siempre son buenos, mentores, gente que ve más allá de lo evidente", y querían "generar algo único" con un personaje "muy ambiguo".

"No respires", que cuenta con el "aval" de la producción de Sam Raimi y Rob Taper (creadores de series como "Xena: Princesa Guerrera" o de la "Evil Dead"), fue ideada durante un viaje en coche de San Diego a Los Ángeles, según explicó Sayagues.

Con un elenco "muy bueno", su ambientación en Detroit, a pesar de estar rodada en Hungría, fue "algo fundamental" y le dio un contexto "muy parecido" al del Montevideo natal de los dos cineastas.

"Nuestros pueblos, desgraciadamente, muchas veces viven crisis" como la que vive la ciudad estadounidense, argumenta Sayagues, y eso era algo que "resonaba mucho" en ellos al "sentir" que "habían crecido" en unas circunstancias "muy parecidas" a las que vivían los personajes.

"Nos parecía divertido e interesante contar la historia desde ahí", concluye el uruguayo, que también firmó el guión del debut como director de Álvarez en 2013.