Sus obras cuelgan apenas visibles en museos y galerías, cuando no acumulan polvo en los almacenes, y los libros de historia del arte casi se han olvidado de ellas. Son pintoras y fotógrafas "menospreciadas y silenciadas", a las que Ángeles Caso, escritora, periodista e historiadora, ha dedicado un libro.

"Ellas mismas. Autorretratos de pintoras" es el resultado de un minucioso y concienzudo trabajo de investigación que ha tenido ocupada a Ángeles Caso durante varios años, y que le ha exigido un esfuerzo añadido de búsqueda de financiación para llevar el libro a imprenta, después de que varias editoriales declinaran la propuesta por tratarse de una edición costosa. Negativa que ella entiende.

"Ha sido un parto agradable", asegura la autora en una conversación con Efe. "El proceso ha sido más complicado de lo normal, más de lo que yo esperaba, pero ha valido la pena. Al final -insiste- me alegro de que haya sido así".

Las complicaciones fueron muchas, y por encima de todas el contactar uno a uno con los aproximadamente sesenta museos de todo el mundo que poseen obras de las ochenta artistas cuyas telas y fotografías, en su inmensa mayoría autorretratos, se reproducen en las páginas del libro, acompañadas por una reseña autobiográfica de todas y cada una de ellas.

"Reivindico el arte con nombre de mujer", destaca Ángeles Caso, para quien no existe la más mínima duda: "es un mundo dominado, ahora y siempre, por los hombres, de manera abrumadora". "Reivindico la mujer como sujeto del arte, no como objeto", añade.

A este respecto, cita a una de las pintoras incluidas en su particular "galería" de autorretratadas, la inglesa Leonora Carrington, quien no tuvo tiempo de "ser musa de nadie" ocupada como estaba "intentado" ser "una buena artista".

"En ese territorio que es el arte -afirma Caso- las mujeres históricamente hemos sido modelos o musas. Y esa no es toda la verdad histórica, es una parte, evidentemente, pero no toda. Hay que reconstruir esa verdad".

A ello quiere contribuir este libro -"la historia del arte la han escrito los hombres", advierte Ángeles Caso-, que exhibe una selección "rigurosa y objetiva" de artistas de todos los tiempos, desde la mujer prehistórica que decoró las paredes de las cuevas que habitaba, hasta aquellas que hicieron del arte su vida en la primera mitad del siglo pasado, que es hasta donde cronológicamente alcanza el libro.

"La gente cree que eran señoras que pintaban en sus ratos libres. Y no. Menos una, la archiduquesa María Cristina de Habsburgo, hermana de María Antonieta, que era pintora aficionada, y que la he incluido un poco por curiosidad, las otras 79 fueron artistas profesionales y muy reconocidas", afirma Ángeles Caso.

Muchas de ellas figuraron "en los niveles más altos a los que podía llegar un artista de su tiempo", incluso muchas fueron muy famosas, admiradas y reconocidas, pero "ninguna ha pasado al canon, ni al de los excelsos, ni al de los buenos, ni siquiera al de los mediocres". Apenas aparecen en las historias del arte.

"En los museos -continúa- sus obras todavía siguen ocupando demasiadas veces posiciones esquinadas o semiocultas, o incluso están guardadas en los almacenes, porque no se valora su obra suficientemente".

Ángeles Caso no se considera "una bala perdida" por poner en valor a estas artistas, sino que forma parte, advierte, de un colectivo muy grande de historiadores del arte que "reivindicamos e intentamos sacar a la luz de nuevo a todas estas mujeres olvidadas".

En "su" lista de 80, que podría ser mucho más amplia, figuran Sofonisba Anguissola, Artemisia Gentileschi o Anna Waser, entre las pintoras del Renacimiento y el Barroco; Anna María y Theresa Mengs, extranjeras que trabajaron en la España del XVIII, siglo en el que destacaron también Élisabeth Vigée-Lebrun, Rosalba Carriera o Maria Cosway; o las románticas Sarah Goodridge y Rolinda Sharples.

Hay espacio en las páginas del libro para las "rebeldes" Lluïsa Vidal y Pilar Montaner, las dos únicas pintoras españolas incluidas, junto a Marie Bashkirtseff o Thérèse Schwartze; para las "modernas" Suzanne Valadon, Vanessa Bell, Tamara de Lempicka, Frida Kahlo y Loïs Mailou; y para las surrealistas Helen Lundeberg o Dorothea Tannining.

Ocho son las fotógrafas seleccionadas por Caso, entre las que destacan Lee Miller, Wanda Wulz y Kate Matthews. "No ha sido una selección ni personal ni caprichosa", dice Caso, para quien el artístico sigue siendo hoy "un mundo androcéntrico y patriarcal. Las mujeres, en las últimas décadas, aportamos cosas lentamente, pero resultamos siempre mucho más sospechosas".

Tras llamar a la puerta de varias editoriales, y escuchar su negativa a editar el libro, con argumentos de tipo económico que Caso entiende, la autora recurrió al micromecenazgo, al crowdfunding.

A la llamada respondieron 1.600 pequeños mecenas, que aportaron el dinero suficiente para hacer posible que "Ellas mismas" (Libros de la letra azul) esté ya en las librerías. "Producir cultura es posible de otra manera", sostiene convencida Ángeles Caso.