Dos horas orbitando alrededor del satélite Queen. Esa es la sensación que van a experimentar los espectadores que hoy, a partir de las 21:00 horas, acudan al Pabellón Insular Santiago Martín de La Laguna. No hay entradas. El episodio final de God Save the Queen del X Festival Mar Abierto nace en medio de una expectación desbordante. Los argentinos Pablo Padín, Francisco Calgaro, Matías Albornoz y Ezequiel Tibaldo actúan por tercera vez en Tenerife. "Nunca estuvimos tan cerca de la capital", asegura el artista que encarna el rol del legendario Freddie Mercury.

Hace 17 años nadie habría apostado ni un solo peso por una aventura que se ha consolidado en la escena internacional: "Nunca tuvimos claro cuánto iba a durar esta historia; lo único que hicimos fue tirar hacia delante y dejar que la música nos llevara de un lugar a otro", explica Tibaldi en referencia a una propuesta que no deja de ser algo extraña. "Lo que hacemos suena tan raro como unos ingleses imitando a Les Luthiers", incorpora Padín en un instante de una entrevista en el que su compañero de escenarios añade que "también algo tuvo que ver la guerra que se dio en medio... Aunque al final estamos hablando de música", reconoce el bajista.

Hace doce años God Save the Queen pisó territorio británico por primera vez. "Ya habíamos probado cosas que otras ciudades, pero si no nos aceptaban allí no tenía sentido seguir adelante", cuenta Pablo. "¡No fue mal!... Después de aquello nos volvieron a llamar, es decir, que algo les debió gustar".

La única duda que no habían resuelto Ezequiel, Francisco, Matías y Pablo se concentraba en torno a la posibilidad de cerrar cada una de sus actuaciones interpretando el himno británico. "Aquella experiencia nos hizo perder el miedo a cualquier público. A partir de ese instante nos sentimos liberados para continuar mostrando una propuesta que es muy respetuosa", dijo Tibaldo.

Dios Salve a la Reina se estrenó en España en 2007 y este es el tercer espectáculo que trae -los anteriores se mostraron en el sur de Tenerife-, una propuesta en la que inevitablemente aparecerán grandes clásicos de Queen y otros títulos que forman parte de la discografía en solitario de Mercury. "Los hits de toda la vida sonarán, pero queremos darle un perfil más personal", avisa Pablo sin poder evitar que Ezequiel destaque que "los fans de verdad van a reconocer esas canciones, pero este no es un concierto pensado para los fanáticos, sino para la gente que le gusta la música de los ochenta... Será una noche de recuerdos".

Tanto Padín como Tibaldo coinciden que "ser una banda tributo es fácil; lo difícil es ser una buena banda de tributo y, sobre todo, lo complicado es querer acercarse a Queen". Los niveles de calidad que exhibe el cuarteto rosarino en la tarima no solo han recibido el apoyo del público y de la crítica, sino también del círculo más allegado a Freddie Mercury... Peter Freestone, amigo personal del artista nacido en Farrokh Bulsara (Zanzíbar), reconoció en alguna ocasión el buen criterio de God Save the Queen para dar forma a sus espectáculos: "No nos han echado y eso es una gran señal cuando trabajas con un material de tanta calidad y sensible", agradecen Pablo y Ezequiel. "Sabemos que este proyecto se queda en los escenarios; que una vez fuera hay que recuperar la normalidad", concluye Padín.