Mas de cinco mil personas, de varias generaciones que han vivido y viven el fenómeno Queen, padres e hijos, asistieron ayer al concierto tributo a la mítica banda británica y a su desaparecido líder, Freddie Mercury, que el grupo argentino Dios Salve a la Reina (God Save the Queen) ofreció en el Pabellón Santiago Martín de La Laguna, dentro del Festival Mar Abierto

El espectáculo, presentado bajo el título "Queen Forever", que no empezó con puntualidad británica, sino mas de media hora después, motivo que arrancó algunos pitidos del público, comenzó con la interpretación de "Hammer to fall", un despliegue de voces y música en el que se lucieron Pablo Padín (voz y piano), casi un verdadero clon de Mercury, y su banda formada por Ezequiel Tibaldo (bajo), Francisco Calgaro (guitarra, teclado y coros) y Matías Albornoz (batería), quien se marcó un celebrado solo, como el bajo.

Una sencilla puesta en escena, que olía a los años 80, en la que jugaron un papel esencial las luces y el humo teñido de colores que envolvió el sencillo escenario, recordó la esencia de aquella banda inglesa que cosechó cientos de canciones, muchas de ellas himnos, una treintena de las cuales sonaron en el pabellón lagunero, al igual que días previos fue en Las Palmas y La Palma.

El público aplaudió con ahínco cada uno de los temas que interpretaron, "It''s a kind of magic", "Somebody to love", "Bohemian Rapsody", "We will rock you" o "Dont Stop Me Now", entre otros, durante las más de dos horas que duró el show de los "Queen" argentinos. Lo hicieron bastante bien, aunque todos sabemos que Freddie Mercury fue único, su voz, su elegante extravagancia...