"Creo firmemente que después del El Quijote, la mejor novela en lengua española es Cien años de soledad. Digan lo que digan los enemigos de García Márquez, que los hay en abundancia". Esta es la contundente opinión del catedrático de Filología Española de la Universidad de La Laguna (ULL) Juan Manuel García Ramos, quien ha publicado el ensayo "Teoría de la lectura. Cien años de soledad".

Este estudio, que ha sido editado por el Servicio de Publicaciones de la ULL, es el producto de un arduo trabajo basado en las reflexiones personales y de debates de los cerca de cuatrocientos alumnos matriculados en las asignaturas que impartió durante más de una década García Ramos en la Facultad de Filología, "Textos Hispanoamericanos Contemporáneos" y "Narrativa Hispanoamericana Contemporánea. Grandes Voces".

Las más de ciento treinta páginas que conforman el libro son el resultado de una metodología de trabajo que se ha basado en leer, pensar, debatir, contrastar y escribir. "Lo que se buscaba era que el alumno partiera de su propia experiencia lectora, de su patrimonio referencial, de su medio, de su historia, de su sentido estético e ideológico, de su sicología; es decir, se trataba de hacer pensar sobre lo leído, de disfrutarlo o rechazarlo, antes de recibir conclusiones por parte del profesor de lo que se habría de opinar sobre el texto", apuntó el escritor tinerfeño.

La experiencia acumulado durante todos estos años de intercambio de opiniones indica que algunos de los alumnos coincidieran en sus deducciones tras la lectura de la universal obra de García Márquez, aunque también "hubo discrepancias a la hora de descifrar lo escrito por Gabriel García Márquez en su obra. Toda lectura sincera siempre es dialéctica".

La admiración que siente y el estudio que ha realizado García Ramos de "Cien años de soledad" ha derivado en un cúmulo de conclusiones muy interesantes en torno a esta especial novela, una de las más leídas de la literatura hispanoamericana.

"Cien años de soledad es ante todo un mundo autónomo de ficción, y como mundo autónomo se explica y se justifica por sí mismo, un mundo dotado de vida propia, en el que todos sus elementos consiguen crear una cohesión esencial. En ese mundo existe una regla: todo es posible, nada es extraño, pero todo ello dentro de una estructura perfectamente lógica, una vez conocida".

Desde su punto de vista se trata de "un mundo al que podemos llamar mítico por varias razones, en primer lugar por el hecho de ser mundo autónomo, y por tanto diverso del macizo mundo real, y en segundo lugar porque lo podemos considerar una narración anagógica por ser una visión global y total de la civilización".

Otra de las apreciaciones que se reflejan en el ensayo "Una teoría de la lectura: Cien años de soledad" es que también encierra, a su juicio, "un mundo mítico porque en él la naturaleza y los objetos tienen sentimientos humanos", como cuando muere José Arcadio llueven flores amarillas; o cuando muere Úrsula llueven pájaros; los clavos se desesperan...

También porque en esa fantasía mágica que propone Márquez en su novela no hay diferencias entre los fantasmas y los seres humanos, porque en él el destino "en forma de los pergaminos de Melquíades se encuentra presente en la vida de todas las criaturas, porque en él el padre Nicanor se eleve a diez centímetros del suelo o que Remedios ascienda a los cielos agarrada a una sábana se tienen como hechos sin mayor trascendencia...", apuntó.

Este miembro de la Academia Canaria de La Lengua, y autor de novelas como "Bumerán", "El inglés", "El guanche en Venecia" o "El zahorí de Valbanera", se muestra muy agradecido a los alumnos que pasaron por sus clases, porque descubrió claves en la obra del Premio Nobel colombiano que quizás no hubiera percibido con sólo su perspectiva lectora.

"Durante la primera mitad del siglo XX, la literatura tendió a encerrarse en sí misma; a esa tendencia debemos algunas de las mejores novelas que ha dado la historia, pero a veces también, a la larga, una literatura vanidosa, autofágica y finalmente conformista, una literatura para literatos, que es el destino más triste de la literatura...", comentó.

También considera que durante la segunda mitad del siglo XX, "la narrativa latinoamericana recuperó para el español el legado perdido de Cervantes, poniendo otra vez a nuestra lengua en el lugar de privilegio que había ocupado con Cervantes. El uso de la legislación del cuento más tradicional. Eso es Cien años de soledad".

Para García Ramos, Premio Canarias de Literatura, "la magia, como la literatura, es un alivio para el hombre que se debate entre el misterio de su origen y el misterio de su extinción: Cien años de soledad es eso: origen y extinción", recoge en su trabajo.

Este catedrático lagunero, acérrimo admirador y defensor de los valores presentes en los veinte capítulos de "Cien años de soledad", publicada en Buenos Aires en el año 1967, y del acontecer de la familia Buendía, quiere contribuir de esta forma a celebrar el medio siglo de existencia de una obra ya clásica que se convirtió en el "libro de cabecera" de él y de sus alumnos durante más de una década.

50 aniversario de la publicación de "Cien años de soledad"

El escritor y miembro de la Academia Canaria de la Lengua Juan Manuel García Ramos contribuye con este estudio al homenaje a los cincuenta años que se cumplen en 2017 de la publicación de "Cien años de soledad", la obra cumbre del escritor colombiano Gabriel García Márquez, que ha sido traducida a treinta y cinco idiomas y de la que se han vendido treinta millones de ejemplares./el día

Juan Manuel García Ramos

escritor y catedrático de filología española