El novio irá vestido, normalmente, por un traje, chaqué, "smoking" o "frac" mientras que el vestido largo y el velo suave acompañará a la radiante novia. Los maestros de la aguja y el dedal nos proponen infinidad de posibilidades cada año, tal vez inspirados en aquel vestido de seda blanco que luciera la Reina Victoria en 1840 cuando contrajera matrimonio con Alberto de Sajonia-Coburgo. Hasta entonces las mujeres se casaban con trajes nacionales o vestidos de gala haciendo uso del color que más les gustara. A raíz de la boda real en la mayoría de los países se entiende que el blanco es el color nupcial, como símbolo de pureza, inocencia y virginidad. Hoy se da por hecho que nos regiremos por los patrones que surgieran en la era victoriana, sin embargo muchas parejas optan por mantener las tradiciones de su lugar de origen para el que se considera uno de los días más importantes de su vida.

En Japón la novia se casará ataviada con el "shiramuko" (kimono de seda blanco), desde el que continúa el tocado circular, "tsunokakushi", que cubrirá la cabeza, siendo todo en color blanco. Esta tradición es anterior a la que surgió tras el matrimonio de la monarca. El novio llevará el montsuki (kimono de color negro). Para la celebración los esposos cambiarán su vestuario, ellos por un kimono gris o un traje oscuro, similar a los que se usan en occidente, y ellas por un vestido de color rojo, procurando simbolizar el amor, la felicidad y la prosperidad. Además de en el país nipón el color del lacre es el elegido por las novias en otros lugares como Pakistán, Vietnam, China o India. En la cultura hindú las señoritas que se van a casar llevarán el "lehenga choli". La falda que llega hasta los tobillos se llama "lehenga" e irá bordada en plata o en oro. La prenda superior que deja al descubierto la cintura y de manga ajustada lleva el nombre de "choli". Sobre esto, de satén, crepé o georgette, irá la "dupatta" o "chuni", similar a una estola que envolverá el cuello y los hombros. El novio variará su indumentaria según la zona de origen de la familia. Las chaquetas más tradicionales se llaman "sherwani"; en estas amplias casacas suele predominar el oro, que también se llevará a los turbantes. Los "jootis" serán los zapatos que se calzan para esta ocasión. La opulencia brillará para que la celebración se llene de magia.

En Escocia el novio también lleva un atuendo muy específico. Los característicos "kilts" de cuadros (tartán) son tradicionales para el día de la ceremonia. El tono del tartán y el cuadro puede identificar a cada clan. Las novias serán cubiertas por sus esposos con una pañoleta del mismo tejido como forma de demostrar la aceptación del nuevo miembro en la familia.

Las flores frescas son de los elementos que están presentes en todas las celebraciones en las bodas de Hawai con más protagonismo. Adornarán la vestimenta blanca que usa la pareja.

Las prendas, los tejidos, las joyas o el velo pueden decir mucho de la familia que nace en cada uno de estos festejos. En ocasiones los datos que se dejan a través del vestuario son muy curiosos. En Sri Lanka, el protagonismo lo tiene el novio, que llevará un sombrero triangular mientras que cubrirá sus piernas con una "sarong" blanco y dorado. Noruega hace uso de su vestido tradicional "bunad" para la ceremonia del casamiento, como lo hiciera Corea del Sur con el suyo que es el "hanbok". La coreana, aún ataviada con todas las prendas, subirá a la espalda de su esposo, quien le dará vueltas alrededor de una mesa como muestra de que puede confiar en él. Etiopía, aunque ubicado en África, es un país cristiano y por esa razón los matrimonios se celebran de forma muy similar a las bodas griegas o rusas.

Cada lugar es respetuoso con sus costumbres, las tradiciones tienen su propio mensaje y la indumentaria lo hace visible. Los creativos nupciales más destacados de las Islas se dan cita a partir del próximo viernes 7 de octubre, cuando el Recinto Ferial de Tenerife se ponga de gala en la feria de bodas y eventos, Feboda, más importante de Canarias y sin duda una de las más destacadas de España. Durante tres días se acercarán las tendencias en trajes y decoración, las propuestas culinarias más novedosas así como un abanico de posibilidades en regalos, fotógrafos, vídeos, peluquería o espacios para festejar.

Si tienes previsto celebrar algo vete con la mente abierta para estar a la última y si no está entre tus planes, date una vuelta... ¡Nunca se sabe!