La voz de María resuena en una arenga de la que fluyen palabras sueltas que exigen concentración, respeto al público y hasta un recuerdo a un integrante de Timaginas Teatro que no está presente en la primera función de "Don Juan Tenorio" para escolares que se celebró a media mañana de ayer en el teatro Leal lagunero. Un vídeo en el que los 20 actores -tres menos de los que formaron parte de la función del martes por la noche- cantan un cumpleaños a la compañera ausente sirve de plataforma a un grito de guerra. "¡Mierda, mierda, mierda", repiten antes de entregarse a más de medio millar de alumnos procedentes del IES Andrés Bello de Santa Cruz de Tenerife, el IES Antonio González de Tejina, el IES Valle Guerra, el CEO Andrés Orozco de Arafo y el Luther King.

María Rodríguez, o Doña Brígida, concede el turno de palabra a don Juan Tenorio, encarnado en esta versión por Armando Jerez Lozano. La codirectora de Timaginas Teatro da un paso a un costado y nos deja cara a cara con el protagonista de una obra que verán en directo casi tres mil escolares. "Nobleza obliga", avanza el caballero en el instante en el que se le pide una diferencia entre la función que fue grabada por TVE con la intención de recuperar la esencia de "Estudio 1" y la que está a puntinto de empezar. "Una vez en el escenario, te metes en capilla, te metes en Sevilla", admite Jerez Lozano antes de dar un salto cronológico a la capital hispalense en pleno siglo XVI. "La adrenalina, esa que nos ha restado horas de sueño tras la representación de ayer (por el martes), no es la misma, pero hay que cumplir lo mejor que podamos aunque el cansancio se empeñe en derrotarnos", puntualiza un actor que no pierde la perspectiva de que para algún chico/a "hoy puede ser su estreno teatral".

Para Pablo, uno de los jóvenes que asisten a la función, el de ayer era su primer flirteo teatral. "No había pisado jamás el Leal...", dice mientras aguarda la señal de un acomodador para tomar asiento. "La esencia está en el teatro clásico", sostiene don Juan en una conversación que roza el último aviso antes de acudir a la taberna en la que se desenreda la acción. "Es importante que conozcan un proyecto que tiene unas raíces tan clásicas. Luego, ya tendrán tiempo de buscar unas propuestas algo más vanguardistas si es lo que desean, pero esta aproximación a Don Juan Tenorio puede marcar sus vidas. Es probable que algunos jóvenes de los que están aquí recuerden dentro de unos años que un día vieron esta representación en el Leal", apostilla Armando.

Veintitrés minutos después de subir el telón, los asistentes perciben por primera vez la existencia de un romance que, quizás, se convierta en una puerta de acceso a un género que Timaginas Teatro trabaja con esmero y dedicación: devoción por las raíces más clásicas, una frescura interpretativa siempre en plena efervescencia y un rigor exquisito para crear vestuarios y escenografías de calidad son la fórmula infalible de un grupo que se ha convertido -cierto es que no es la única opción- en una especie de flautista de Hamelín capaz de captar la curiosidad de numerosos adolescentes que un día cambiaron pupitres por butacas, libros por programas de mano o la tabla periódica por un reparto capaz de cumplir las expectativas de los espectadores más exigentes.