Más de 150 extras ocupan la plaza de San Pedro en Güímar mientras empieza a tomar cuerpo el rodaje de una escena del capítulo estrella de la vigésima temporada de la serie televisiva de la BBC "Silent Witness" ("Testigo silencioso"), proyecto del canal británico que traslada a los espectadores la labor de un equipo de CSI con base en Londres que en este episodio tendrá que enfrentarse a una amenaza localizada en un núcleo poblacional mexicano fronterizo con Estados Unidos.

Dudi Appleton es el director de un proyecto en cuyo elenco interpretativo figuran Emilia Fox, Tom Ward, Rick Genest o William Gamirana. Casi el 95% del capítulo se rueda desde el 24 de octubre en Tenerife -se han programado cuatro semanas de trabajo- con el respaldo de la productora local Sur Film. "La posibilidad de entrar a formar parte de la estructura de Silent Witness la empezamos a trabajar en diciembre del pasado año", señaló Juan Cano en relación a la labor de logística que desempeña la productora canaria. "Esta es una oportunidad para calibrar la incidencia de un equipo que casi es cien por cien canario en un proyecto importante", señaló el portavoz de Sur Film respecto a una experiencia que nació con una invitación a Dudi Appleton. "Lo trajimos a Tenerife con el deseo de que analizara si estas localizaciones se podían adaptar a la serie -es la primera vez que "Silent Witness" sale del Reino Unido para rodar- y él creó un guion específico a partir de lo que vio", dijo Cano.

Una investigadora de la central londinense que tiene raíces mexicanas es secuestrada durante su estancia en suelo mexicano. Ese es el punto de partida desde el que se impulsa una trama que obliga a sus compañeros a desplazarse a la localidad en la que ha desaparecido su amiga. Al llegar, además de personajes que controlan las operaciones del narcotráfico, existe un movimiento paramilitar que no desea perder su capacidad de captación en zonas en las que los negocios turbios conviven con una realidad militar que condiciona a todas las familias. A partir de ese chispazo se desencadena la acción que ayer se grabó en el corazón de Güímar.

La antigua leprosería de Abades (Arico), algún que otro paisaje de Guamasa o el acuartelamiento de Los Rodeos aparecerán en el instante estelar de la próxima temporada de "Testigo silencioso".

Appleton conocía Tenerife de un viaje que realizó cuando tenía 10 años; un recuerdo que no despertó en él una sensación muy agradable, pero que recuperó en el instante en el que le propusieron volver para ver si las localizaciones que existen en la Isla podían tener un hueco en una de las series banderas de la BBC. "Todo lo que está en este guion apareció a partir de las vivencias que recogimos en este viaje, es decir, que está escrito pensando específicamente en lo que encontré en Arico, Güímar o La Laguna", enumeró el director.

Robert Foster es el responsable de la transformación que sufrió ayer la emblemática plaza güimarera hasta convertirse en un espacio abierto mexicano en el que florece uno de los instantes claves de este capítulo de aniversario de "Silent Witness". "De lo que se trataba era de ofrecer a la audiencia una visión de cómo los ingleses ven todo lo que sucede en México, no de cómo los españoles observan lo que ocurre allí. A partir de ese matiz", puntualizó Foster, "no quisimos tocar demasiado el aspecto de los edificios o el material urbano (señales de tráfico o cartelería comercial) porque entendimos que esto formaba parte de un todo", avanzó el responsable de hacer rodar un taxi autóctono por las empedradas y empinadas calles de Güímar: una escena en la que aparece Emilia Fox en un Mercedes provoca algún que otro "brinco" -se cala varias veces- camino de la plaza en la que se está llevando a cabo el reclutamiento.

De todos los escenarios que ya se han visitado en las dos primeras semanas y los que aún faltan por sumar al desenlace de esta aventura en Canarias, Foster considera que "la leprosería de Arico es uno de los más impactantes, ya que nos ha permitido construir hasta ocho espacios distintos... Además, hemos aprovechado bien la ausencia de luz que transmiten esas ventanas y puertas tapiadas".

Devora Morgan, productora de la serie que la British Broadcasting Corporation estrenó en el año 1996, manifestó que uno de sus cometidos es rentabilizar los recursos económicos de "Testigo silencioso" y, por lo tanto, "es mucho más factible venir a rodar a Canarias que ir a un país cualquiera de América Latina. Además, teníamos buenas referencias de los equipos que hay en las Islas (Sur Film) y sabíamos que una oportunidad como esta no la podíamos tener en ningún otro enclave de la geografía española que no fuera Canarias", concluyó.